Oviedo, E. G.

A partir de ahora sólo habrá profesores y alumnos; las profesoras y alumnas se sobreentienden. Dos circulares oficiales de la Consejería de Educación del Principado de Asturias, con destino a los centros docentes ante la llegada del nuevo curso escolar, especifica que de ahora en adelante «todas las referencias para las que se utiliza la forma de masculino genérico, deben entenderse aplicables indistintamente a mujeres y hombres».

El nuevo libro de estilo no ha gustado a algunos. La presidenta de la junta de personal docente no universitario, Beatriz Quirós, elevó su queja, no formal, a la propia consejera, Ana Isabel Álvarez. La decisión, sin embargo, está tomada y evitará en lo sucesivo una parafernalia verbal bien intencionada, pero a veces cercana a lo absurdo por lo reiterativo de la diferenciación de género: Profesores y profesoras asturianos y asturianas que se ganan la vida enseñando a niños y niñas, chicos y chicas; alumnos y alumnas todos y todas...

Vale el ejemplo caricaturizado de lo que es una moda que entronca con lo políticamente correcto y de la que fue precursor el anterior lehendakari, Juan José Ibarreche («vascos y vascas») y llevó a sus últimos extremos la ex ministra de Igualdad, Bibiana Aído («miembros y miembras»).

Las dos circulares sobre el funcionamiento de los centros escolares en el curso 2011-12 han quedado en un segundo término a causa de ese triunfo del masculino genérico para los textos, de aquí en adelante, de la Consejería de Educación. Son circulares oficiales que dejan entrever cierta voluntad continuista, al menos en las grandes líneas maestras de la enseñanza pública en el Principado. Se mantienen, por ejemplo, el programa Escuela 2.0 de integración de nuevas tecnologías, programa que se extiende durante el presente curso a los centros que imparten 1.º de la ESO. Otro programa que no se toca es el de Orientación, Apoyo y Refuerzo (PROA), e incluso la nueva Administración educativa explicita que se llevará a cabo «en los mismos centros y condiciones». El PROA era una de las iniciativas que la Consejería de Herminio Sastre cuidó especialmente.

La primera circular, que ha llegado a todos los directores de centros, especifica el funcionamiento de los mismos. La segunda se centra en la actuación de los equipos de orientación. En ambas se recoge la puesta en marcha del masculino genérico.

En una de las circulares se explican las condiciones y los precios para el uso del transporte y el comedor escolares. El precio del comedor con gestión directa por parte del centro es de 3 euros por comensal y día.