Director de orquesta

Oviedo, Javier NEIRA

Oviedo Filarmonía y la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias ofrecen hoy, unidas, un concierto en el Auditorio de Príncipe Felipe de Oviedo. La cita, a las ocho, con entrada libre, es insólita porque nunca se había visto que las dos grandes formaciones orquestales con sede en la capital asturiana actuasen conjuntamente. El artífice de este espectáculo es el maestro italiano Marzio Conti, director titular de Oviedo Filarmonía, que acaba de estrenarse en su nuevo cometido y ya ha mostrado una capacidad de iniciativa verdaderamente notable. En mayo dirigió en el teatro Campoamor la zarzuela «La del manojo de rosas». Tomó posesión como director de la orquesta hace poco más de un mes y hace solo unos días ofreció con Oviedo Filarmonía un concierto en la plaza de la Catedral de Oviedo en el que aprovechó para animar al público a seguir apoyando a la orquesta porque, como dijo, era suya y allí estaban los músicos al servicio de los ciudadanos que la mantienen con sus impuestos.

-¿Qué sentido tiene unir dos orquestas más allá de lograr un sonido doblemente amplificado?

-Es una cuestión de repertorio fundamentalmente, no del volumen del sonido. De repertorio en relación, claro, con las dimensiones de la orquesta. Por ejemplo, para hacer bien, de acuerdo a lo escrito, el repertorio sinfónico italiano del novecento histórico, como es el caso de la obra de Respighi, es muy importante contar con una orquesta que disponga de una cuerda suficientemente amplia. En esas condiciones, con una gran orquesta, se da cuerpo al sonido, el que verdaderamente se requiere y, asimismo, más elegancia al resultado. Y aunque pueda parecer increíble también se logra más dulzura de sonido. Con la unión de dos orquestas es posible abordar un repertorio más importante e imponente. Lo dicho para el repertorio italiano vale también para Halffter que requiere de recursos similares. Y es posible ofrecer un Ravel magnífico con una gran orquesta sinfónica.

-Pero ¿se pueden sumar las orquestas? ¿no es un poco artificial?

-No, no es artificial. Podría ser un problema pero lo hemos intentado y comprobamos que es posible. El primer día de ensayo las dos orquestas tenían ya una clara voluntad de tocar juntas. Eso es muy importante: la capacidad, la voluntad, el entusiasmo por hacerlo bien se vio enseguida y en un grado muy elevado. Insisto, desde el primer minuto del ensayo se vio. Y después avanzamos siempre en la buena vía. Es cierto que puede parecer, y a veces lo es, muy difícil sumar dos formaciones musicales pero con la voluntad y la sensibilidad de los músicos y si se quiere con mi aportación se ha logrado.

-Acaba de llegar a Oviedo y no para, promocionando iniciativas novedosas y populares.

-Ha sido muy sencillo. Vamos muy unidos. La gerente de la orquesta lo vio enseguida y se apuntó al proyecto. Con la ayuda de todos fue sencillo implementarlo.

-¿Y por qué ahora?

-Depende todo de la organización del trabajo. En los meses de la temporada estaban ocupadas las fechas. Espero que se hagan más veces conciertos así.

-¿Esta colaboración mata la rivalidad entre las dos orquestas?

-Una noble rivalidad es un gran estímulo para todos porque implica que cada cual reconoce la calidad de los demás e intenta superarla. En todo caso, estamos hablando de dos orquestas con gran calidad. La unión es buena.

-Una especie de selección astur de música que recuerda a la de fútbol, basada en el Real Madrid y el Barça.

-Bien visto. Me interesa destacar en todo caso que hoy en día el miedo invade el mundo. Y el miedo divide. El diablo divide. El origen griego de la palabra diablo es la división. Este es el momento del diablo, de la división. Pero estas cosas se pueden cambiar si se tiene voluntad y fuerza. Como dice mi maestro hay que querer una cosa y más aún saber quererla. Eso implica un trabajo interior muy fuerte y difícil. Las cosas se pueden cambiar con la voluntad y la fuerza. Vamos a intentarlo, se puede lograr. Oviedo Filarmonía y la OSPA van a tocar juntas contra el terrible mal de la división.

-¿Cuántos músicos habrá sobre el escenario?

-Sobre el escenario del Auditorio de Oviedo estaremos ciento veinte músicos de dos conjuntos interpretando obras de Respighi, Halffter y Ravel. Tocaremos, de Respighi «I Pini di Roma» y «Le Fontane di Roma»; de Ravel, «Alborada del gracioso» y «Tiento del primer tono», de Halffter. Es un programa de gran apertura. Potente. Con mucho color y sentimiento. La dos piezas de Respighi son de las obras sinfónicas más bellas de la música italiana. Abordan las fuentes y los pinos de Roma. Ofrece imágenes de un color impresionante. Para quien conozca Roma, Respighi dibuja un cuadro musical increíble realmente. Sientes el olor, ves la villa Medici, oyes las campanas en lontananza...

-¿Qué espera del concierto?

-Creo que hay una gran expectación. Va a acudir mucha gente. Los aficionados verán que se pueden unir las dos formaciones al menos en alguna ocasión y por eso estoy contento. Es algo que no había ocurrido y que tenía que acabar por suceder de una de forma natural.

-¿Quizá se repita en Navidad?

-No lo se, siempre hay problemas de calendario cuando se quieren unificar grandes orquestas. Habrá que mirar hacia el futuro.

-¿Ahorran así?

-No, no se ahorra, las dos orquestas tienen ya sus presupuestos. Pero es una forma de tener una grandísima orquesta sin nuevos costes. Es la primera vez que ocurre y hay que ver el entusiasmo con que ha sido recibida la idea por los músicos.

-La OSPA está pendiente de elegir a su nuevo director.

-Creo que sí. En su día también dirigirá el conjunto, las dos orquestas, el director de la OSPA. Compartiremos esa tarea.