Soprano, debuta el día 18 con «El Murciélago» en el Campoamor

Oviedo, Javier NEIRA

La soprano granadina Mariola Cantarero abrirá la temporada de ópera del teatro Campoamor de Oviedo el domingo 18, con «El Murciélago», de Strauss. Se casó el pasado sábado, así que luna de miel, en Oviedo y trabajando.

-¿A gusto en el papel de «Rosalinde»?

-Debuto como «Rosalinde». Es un papel muy bonito. Hice «Adele» en esta misma producción en Las Palmas. No tenía esta ópera en repertorio y ahora la tengo y en dos papeles. Es un trabajo muy interesante.

-Y complicado. Al menos eso dice Gabriel Bermúdez, su compañero de reparto.

-Es que él tiene un papel muy difícil, en una tesitura muy alta. «Rosalinde» está escrita entre una ligera y una lírica; en una tesitura muy central, casi grave, pero luego tiene muchísima coloratura, así que exige una voz un poco especial.

-Y además, hablar.

-Tengo la voz aniñada. Estos días, estoy algo cansada después de la boda. Cuando cojo el teléfono a veces me dicen: «¿Está tu mamá?». Soy lírico ligera y voy progresivamente hacia papeles que son más líricos.

-¿Qué papeles son característicos de una lírico ligera?

-Depende, siempre hay cierta ambigüedad en el repertorio. Hay ligeras que hacen papeles de líricas sin serlo. Se juega a veces al despiste. Una lírico ligera pura es «Lucia». La he hecho durante toda mi carrera, pero también la hacen las ligeras. «Gilda», de «Rigoletto» es lírico ligera; en el primer acto, muy ligera, y en los otros dos, lírica plena, con mucha orquestación detrás.

-Usted está ya arriba, arriba, arriba.

-No, estoy empezando. Y no quiero estancarme, quiero ofrecer sorpresas y novedades al público. Llevo diez años como profesional. He dejado papeles por cansancio o porque el timbre ya no es exactamente el adecuado. Todo con cabeza, sin meterme en camisas de once varas. No pienso en «Norma» ni en «Mimí». Siempre en el bel canto. Soy muy conservadora.

-Sospecho que podría con esos papeles de sobra.

-Quizá, pero hago bien en no meterme en eso ahora, y a lo mejor quizá nunca entre. Mi voz está mejor en el bel canto, que me exige más.

-¿Exige más el bel canto?

-Sí, el bel canto exige dones y desarrollos técnicos que también tiene Puccini; pero en el bel canto estás más desnuda y necesitas una limpieza en el sonido mayor que en el verismo. En Puccini las frases son largas y tendidas; con Bellini y Donizzeti estás todo el tiempo moviendo la voz. El bel canto se programa siempre. Debuté con «Semiramide» hace un año en Seúl. En Corea y Japón programan Rossini y Donizetti con una facilidad terrible. Recientemente hice «Traviata» en la Maestranza. Papeles dentro del bel canto que me permiten dar determinados pasos hacia delante.

-En «El Murciélago» es importante también actuar.

-Sí. Y la parte hablada. Hago mucha zarzuela y estoy acostumbrada a hablar y cantar.

-Un cambio endemoniado.

-Es complicadillo, pero muy divertido. Los cantantes españoles, y los alemanes por la opereta, están acostumbrados a hablar y cantar, es un gran don.

-Opereta. ¿Se trata de algo menor?

-No, simplemente tenían que darle un nombre para diferenciar la ópera de los «singspiel». Se habla y es menos profunda, más fresca. Ninguna de nuestras zarzuelas tiene nada que envidiar a las operetas. Incluso las superan. «Luisa Fernanda», «Doña Francisquita» o «La Bruja» pueden competir perfectamente.

-¿Se encuentra ambientada en Oviedo?

-Estoy encantada en Oviedo. Lo que más admiro de la ciudad es su gente. Amabilísima. Siempre diciendo vida, cielo y cosas así. Me encanta.

-Dicen que los asturianos son los andaluces del Norte.

-Puede ser, tiene un calor humano muy acusado. Oviedo es una ciudad privilegiada en muchos aspectos. Tan limpia siempre... y se come de maravilla. La temporada de ópera es de gran calidad. Muchos compañeros cantantes, españoles y extranjeros, quieren venir a Oviedo porque son muy bien tratados, y eso lo logra en buena medida el conjunto de la ciudad porque la temporada todo se hace con escasos medios.

-¿Donde está viviendo?

-En un apartamento en Foncalada. Está muy bien. Cocino. Tengo al lado frutería, carnicería, pescadería y de todo.

-Luna de miel trabajando y en Oviedo.

-Me ofrecieron hacer «El Murciélago». Me dieron un permiso, me casé el sábado en Madrid, y luna de miel en Oviedo y trabajando. Mi marido es pianista, repertorista y estudia canto. Hacemos conciertos juntos.