Arqueóloga. Responsable del yacimiento de Barranco

Oviedo, M. S. MARQUÉS

Leticia Menéndez Granda (Oviedo, 1980) participa estos días en la segunda campaña de excavaciones llevada a cabo por el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social que se desarrolla en los yacimientos de Orce (Granada), donde acaban de encontrar defensas de mamut, una mandíbula de rinoceronte y materiales de industria lítica, restos que se suman a los localizados en la campaña del pasado año cuando salieron a la luz mamuts y otros fósiles de animales, además de herramientas de piedra, lo que pone de manifiesto la presencia humana en la zona hace al menos 1,3 millones de años.

Menéndez Granda es licenciada en Historia por la Universidad de Oviedo, máster internacional en Arqueología del Cuaternario y Evolución Humana y doctora en Historia por la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Su tesis doctoral está centrada en la industria lítica de la Gran Dolina de Atapuerca y Orgnac 3 (Ardéche, Francia). Trabaja como responsable del yacimiento de Barranco León y del laboratorio de campo de los yacimientos de Orce bajo la dirección de Robert Sala, investigador del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social.

-¿Los hallazgos en el yacimiento de Orce revelan la primera presencia humana en la Península?

-Los yacimientos de Orce adquieren una relevancia especial por situarse en unas fechas muy antiguas que se relacionan con las primeras llegadas de homínidos al continente europeo. En ese sentido se incluyen dentro de una panoplia de yacimientos que superan el millón de años y que dejan constancia de la presencia humana en el continente más allá de esas fechas.

-¿Qué aportan al conocimiento de la evolución humana?

-Gracias a los estudios pluridisciplinares que se llevan a cabo podemos conocer mejor cuáles eran las estrategias de subsistencia y aprovechamiento del medio de estos homínidos arcaicos, así como las características del propio medio que ellos explotaban.

-¿Los grupos que vivieron en los yacimientos de Orce pueden desbancar en antigüedad al Homo Antecesor de Atapuerca?

- Actualmente, el nivel 9c donde se localizaron los fósiles humanos del yacimiento de la Sima del Elefante de Atapuerca y los yacimientos de Barranco León y Fuente Nueva 3 cuentan con cronologías parejas, fechas que alcanzan los 1,2 y 1,3 millones de años. Los últimos artículos científicos sobre este homínido de Atapuerca, aparecidos en la revista «Journal of Human Evolution», hablan de una especie de Homo aún sin determinar. A pesar de que los dos yacimientos de Orce no cuentan con restos humanos, existe evidencia de su presencia gracias a la aparición de herramientas líticas y marcas de corte en los huesos de algunos animales.

-¿Los hallazgos de Orce imponen una lectura diferente sobre las primeras migraciones de África a Europa?

-Desde hace ya varios años conocemos que los homínidos llegaron a Europa en fechas muy antiguas. La aparición de restos humanos, herramientas líticas y marcas de corte en la Sima del Elefante y la existencia de yacimientos como los de Orce avalan este hecho. Otros yacimientos europeos, como Pirro Nord en Italia, donde se barajan cronologías entre 1,7 y 1,2 millones de años o Pont-de-Lavaud, en Francia, también con cronologías superiores al millón de años, avalan igualmente una presencia humana muy arcaica. De este modo las antiguas teorías que consideraban que el poblamiento europeo no debía ser anterior a los 500.000 años han sido desbancadas.

-¿Cuál es su función en la campaña que desarrollan en la actualidad en Orce?

-Mi especialidad es el análisis de la industria lítica y se me ha asignado la tarea de organizar los trabajos de excavación en Barranco León y el laboratorio de campo de los yacimientos. Las excavaciones están dirigidas por Robert Sala, investigador del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), que coordina un amplio equipo de especialistas en diversas materias. Investigadores de diferentes disciplinas se encargan de las tareas de restauración in situ o en el laboratorio, del análisis paleontológico y zooarqueológico, de las dataciones, de la arqueoestratigrafía, de la geología? También participan expertos de la Universidad y el Museo Arqueológico de Granada y del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos.

-Además de Orce, también ha trabajado en la sierra de Atapuerca, ¿cómo se consigue formar parte de dos proyectos tan destacados?

-Desde el año 2001, cuando aún estaba en la Facultad de Historia de Oviedo, vengo participando en excavaciones dirigidas por Eudald Carbonell, director del IPHES. Al finalizar la carrera fui a Tarragona a cursar el máster en Arqueología del Cuaternario y Evolución Humana y un doctorado en Arqueología. Entonces, inicio mi carrera investigadora y en 2003 comienzo a excavar en Atapuerca, el primer año en la Gran Dolina y, posteriormente, y hasta la fecha, en la Sima del Elefante. La industria lítica de la Gran Dolina ha formado parte de mi tesis doctoral.

-Fue alumna en Oviedo del profesor Fortea, ¿le hubiera gustado participar en las excavaciones de la cueva del Sidrón?

-Evidentemente, a cualquier prehistoriador le gustaría participar en estas excavaciones. Yo decidí irme fuera porque en aquel momento el único lugar donde se ofrecía la posibilidad de una especialización en arqueología prehistórica era Tarragona. A partir de entonces, me integré en el equipo de investigación de Eudald Carbonell. Espero que gracias a las excavaciones llevadas a cabo en el Sidrón se impulse el estudio de la prehistoria en Asturias y se fomente la formación de jóvenes investigadores asturianos.

-¿Cómo se ve fuera de Asturias el hallazgo de un yacimiento neandertal tan abundante en número de fósiles?

-El yacimiento del Sidrón es uno de esos lugares únicos que no abundan en el registro arqueológico. El elevado número de restos humanos y las condiciones de conservación de los mismos son extraordinarios. La posibilidad de llevar a cabo el estudio del ADN dentro del proyecto Genoma Humano abre un campo extremadamente amplio a la investigación de las características físicas y cognitivas de los neandertales. Todos los que nos dedicamos a la Prehistoria estamos pendientes de los últimos hallazgos e investigaciones. Resulta emocionante conocer cómo era un neandertal, el color de sus ojos, de su pelo? las relaciones de parentesco entre ellos. El Sidrón nos permite conocer un poquito más de lo habitual a nuestros primos lejanos, lo que resulta normalmente extremadamente complicado.