Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

La Consejería de Sanidad del Principado admite ahora que la cifra de 1.588 millones de euros que el titular del Departamento facilitó el miércoles como coste del nuevo HUCA incluye varios conceptos ajenos a la obra civil y que corresponden a equipamiento y a gasto corriente en epígrafes como esterilización y mantenimiento tanto de la obra civil como de parte de los equipos.

Un portavoz autorizado de la Consejería reconoció que la citada cuantía engloba partidas diversas, pero eludió aclarar qué porcentaje de la misma corresponde a la construcción del recinto y qué porcentaje a otros epígrafes. El anterior Gobierno regional sí había aportado anteayer un dato, según el cual «en torno al 80 por ciento» de los 1.588 millones «tiene que ver con el gasto corriente», es decir, con servicios que «ya en el momento actual son contratados por el HUCA» en su ubicación en el barrio del Cristo. Entre ellos figuran, además de los ya citados, limpieza, seguridad y jardinería.

En su comparecencia del miércoles en la Junta General del Principado, el consejero de Sanidad, José María Navia-Osorio, elevó el coste del nuevo HUCA que se construye en La Cadellada a 1.588 millones de euros. Y apostilló: «Cinco veces más de lo que se dice». Una coletilla que, probablemente, hacía alusión a los 300 millones en números redondos -en rigor, 295,8- que van a suponer las obras tras el añadido de dos sobrecostes.

Esta afirmación del Consejero en sede parlamentaria causó una sorpresa mayúscula -e incluso alarmó- no sólo a numerosos ciudadanos, sino a determinadas entidades del ámbito sanitario. El coste total del HUCA que desde abril de 2010 maneja LA NUEVA ESPAÑA se sitúa en el entorno de los 500 millones de euros, una cifra desde luego susceptible de ir en aumento, pero que hoy en día incluye los citados 295,8 millones de obra civil, cerca de 100 millones en equipamiento y mobiliario, unos 50 millones en sistemas de información y en torno a 33 millones en accesos.

Navia-Osorio señaló la citada cifra y precisó que ésa es la cantidad que el Principado deberá pagar a la empresa pública Gispasa en los próximos 25 años. Los 1.588 millones son la cifra resultante de las cuotas anuales de un contrato de arrendamiento operativo en virtud del cual Gispasa construye el HUCA y mantiene su titularidad a lo largo de treinta años, transcurridos los cuales el edificio pasará a ser propiedad de la Administración regional.

Para acometer las obras, Gispasa tuvo que pedir al Banco Europeo de Inversiones (BEI) un préstamo de 164 millones de euros, con un plazo máximo de 28 años, incluyendo 8 años de carencia y a tipo de interés euribor. Además, el Gobierno central aportó 72 millones.

Al día siguiente de la comparecencia, el anterior Gobierno regional admitió la existencia del contrato de arrendamiento y la cuantía global del mismo, pero hizo tres precisiones. La primera, que «es engañoso hablar de 1.588 millones como si fuera el coste final del nuevo Hospital Central». La segunda, que aproximadamente el 80 por ciento de esa cifra que el Principado tendrá que pagar a Gispasa por el HUCA corresponde a gasto corriente, en conceptos como limpieza, seguridad, jardinería, esterilización o mantenimiento. Son servicios que en el actual HUCA se subcontratan a determinadas empresas y que en el nuevo recinto está previsto que gestione Gispasa (que también los subcontratará). La tercera precisión del anterior Ejecutivo de Areces indicaba que el procedimiento elegido «en ningún caso supone que la inversión prevista inicialmente se haya multiplicado por cinco como se ha afirmado».

En su intervención en el Parlamento regional, el consejero de Sanidad afirmó que el coste del nuevo HUCA supondrá una «losa» para la sanidad asturiana. Entre tanto, el secretario general del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA), Antonio Matador, afirmó que si los datos expuestos por Navia-Osorio se verificasen, «los responsables de los mismos no pueden irse de rositas y que luego tengamos que pagarlo todos los ciudadanos».