Oviedo, P. R.

Asturias es la única comunidad autónoma española que exige dedicación exclusiva a los médicos que se incorporaron a la red pública a partir del 1 de enero de 2003. La decisión, adoptada por el Gobierno socialista de Vicente Álvarez Areces, está recurrida ante el Tribunal Constitucional por el Colegio de Médicos de Asturias. ¿Qué opinan los médicos al respecto? Es una pregunta que LA NUEVA ESPAÑA está realizando desde hace unos días a profesionales de distintos ámbitos y especialidades.

Una información publicada en este diario, según la cual los nuevos responsables de la Consejería de Sanidad se habían marcado como objetivo un conjunto de cambios que incluirían la supresión de la dedicación exclusiva obligatoria, desató una tormenta política en Foro Asturias. Tanto el partido que sustenta el Gobierno en minoría de Francisco Álvarez-Cascos como la Consejería de Sanidad rechazaron la información, fruto según Sanidad de una «pertinaz campaña de manipulación informativa». Días después, el consejero, José María Navia-Osorio, en su primera comparecencia en la Junta, respondía, a preguntas de la oposición, que «como Consejero no tengo ninguna opinión sobre la exclusividad».

Ángel Lacave, ex jefe de oncología médica del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), jubilado y con consulta privada.

«La exclusividad médica es un tema difícil porque, en teoría, el que un médico o cualquier otro trabajador dedique alma, vida y corazón a la empresa en la que trabaja es algo muy positivo. Yo estuve 15 años trabajando con dedicación exclusiva en el HUCA. Lo que pasa es que la realidad de la vida te muestra que en estas instituciones y por circunstancias concretas, bien porque las direcciones creen un ambiente en el que el médico se sienta frustrado o por la excesiva segmentación del trabajo, puede ser que un médico especialista no esté a gusto y vea limitado muchísimo su campo de actuación, sobre todo si el profesional ha orientado su actividad en la medicina asistencial y no en otros aspectos como la investigación, etc. Creo que hay que dejar libertad, la exclusividad suena muy bien pero si todo fuera correctamente».

Fernando Seijo, jefe de sección de neurocirugía del HUCA.

«Tal y como está la sanidad pública, la exclusividad está mal planteada. Aquellos médicos que interesen al hospital porque son muy buenos o por las razones que sean, el hospital debe ficharlos, exigirles que trabajen mañana y tarde, por ejemplo de 8 de la mañana a 5 de la tarde, y les pague por ello un plus. El resto de los médicos, después de las 3 de la tarde, hora en la que finaliza su jornada laboral, que hagan lo que quieran. Y creo que los jefes de servicio deberían tener dedicación exclusiva».

Dolores Escudero, especialista en medicina intensiva y coordinadora de trasplantes del HUCA.

«Es muy complicado, no es una respuesta sencilla. La ventaja de la exclusividad es que el profesional se dedica plenamente a la medicina pública y no tiene conflicto de intereses. Pero también tiene limitaciones porque hay muy buenos especialistas que cuando acaban su jornada quieren ganarse sus garbanzos, algo legítimo, y ejercen en la privada. A veces la exclusividad hace que se pierdan para la medicina pública algunos profesionales de reconocido prestigio que ejercen en la privada. ¿Cuál es el inconveniente? Que somos humanos y, en algunos casos, el ejercicio en la pública y la privada puede generar conflicto de intereses y existe el riesgo de que algunos médicos deriven pacientes de la pública a su consulta privada. Si tuviera que elegir diría no a la exclusividad pero con muchos controles por parte de la sanidad pública. No debemos olvidar que la medicina es una profesión liberal y estamos en una sociedad de libre mercado».

José Sánchez del Río, jefe del servicio de dermatología del Hospital de Cabueñes de Gijón y con consulta privada.

«Exigir la exclusividad es coartar la libertad. Con el sistema actual hay mucha gente que se ampara en la exclusividad para no ser cumplidora en su trabajo y generar "peonadas" por la tarde y así tener un sobresueldo. Lo que hay que hacer es ser cumplidores en la medicina pública y trabajar, ser fiel y leal a la empresa que te da de comer y, en tus horas libres, hacer lo que te dé la gana, bien sea remunerado o no. No entiendo por qué se critica a la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, por operar en sus horas libres cuando lo hace sin afán de lucro. La libertad está por encima de todo lo demás. Los sueldos de los médicos en la sanidad pública son bajos y en las especialidades en las que no hay ni guardias ni "peonadas", hemos de financiarnos la formación continuada, la asistencia a congresos, la investigación... Hace años había un sistema mixto en el Hospital, algunos médicos teníamos consulta privada en el propio centro y pagábamos una cantidad por cesión de local y material. Quien se cargó ese sistema que piense por qué lo hizo. Los que tenemos consulta privada no somos unos «indeseables» como dijo un compañero por la televisión. Por otra parte yo genero riqueza, pago tres sueldos, luz, teléfono, y soy sólo un pequeño ejemplo a nivel nacional».

«Es un tema difícil. Creo que hay que dejar libertad. La exclusividad suena muy bien pero si todo fuera correctamente»

<Ángel Lacave >

Ex jefe de oncología del HUCA

«Sí a la exclusividad para aquellos médicos que interesen al hospital en jornada completa y pagándoles un plus»

<Fernando Seijo >

Jefe de neurocirugía del HUCA

«No a la exclusividad pero con muchos controles por parte de la sanidad pública. La medicina es una profesión liberal»

<Dolores Escudero >

Coordinadora de trasplantes

«Hay que ser cumplidores en la sanidad pública y hacer lo que te dé la gana en tu tiempo libre»

<José Sánchez del Río >

Jefe de dermatología de Cabueñes