Oviedo, Javier NEIRA

La tertulia se celebró en la tarde de ayer, en Oviedo, en el auditorio Príncipe Felipe.

SUSANA ARIAS. El director de escena Emilio Sagi adora a la mujer y buscó el equilibrio frente a un libreto tan machista. Saca, por ejemplo, el coro de eunucos con los sujetadores y logra de esa manera un efecto cómico que es genial.

BEGOÑA GARCÍA-TAMARGO. Acertó al fusionar el tópico de la turquería, propio del siglo XVIII, con el de la mujer italiana del siglo XX. La escenografía colorista, bien iluminada, con un vestuario adecuadísimo... y es que Emilio Sagi es un nuevo rey Midas, todo lo que toca lo convierte en oro artístico.

SUSANA ARIAS. Me encanta «La italiana», y con la escena de Sagi es aún mejor. Tiene un estilo que conocemos muy bien, pero aun así siempre sorprende y positivamente. La escena con los globos es encantadora, con cuatro elementos hace verdadera magia.

JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ. Hasta los sucesivos colores, temáticos, de la escena lograron un gran efecto. Sirvieron para subrayar muy bien lo que ocurría. Puestos a buscar alguna pega creo que quizás exageró el carácter de vodevil. Ciertamente es una comedia de enredo, pero ¿un vodevil? No sé, quizá se decantó demasiado por esa vía extrema.

JAVIER CALZADILLA. No creo que sea realmente un vodevil. Es que Rossini le habría puesto música incluso a Ionesco y su teatro del absurdo. Es una ópera absurda. Y el humor realmente está en la misma música, con las bromas musicales cuando canta Mustafá o los ritmos tictac de algunos pasajes. Se diría que Rossini nació para Emilio Sagi. Escribió la ópera con 21 años y se retiró dieciséis años después a comer y engordar. Cuando la estrenó, en Venecia, comentó «estos venecianos son aun más golfos que yo». Las músicas correspondientes a Lindoro, a la mezzo y demás son muy distintas. El humor está en la propia música.

JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ. Humor, pero con crítica social al mismo tiempo. Desde Aristófanes ocurre así. Y no sólo por las disputas entre los hombres y las mujeres, y especialmente por esa mujer tanque, la mezzo, que realmente arrasa. Por ejemplo, en el rito de iniciación a la orden de los Pappataci alude, riéndose, a las iniciaciones masónicas, y es que de esa forma apunta su ironía hacia Mozart, que era masón.

BEGOÑA GARCÍA-TAMARGO. En «La italiana» hay mil guiños a Mozart. Es una contrafigura de la mozartiana «El rapto en el serrallo», donde es el tenor quien rescata a la soprano. Los masones saldrían, pues, como los calzonazos, que eso son los pappataci.

JAVIER CALZADILLA. Rosssini adoraba a Mozart. Lo que ocurre es que en «La italiana» se ríe de todo, sólo faltaba que saliesen los hermanos Marx a escena y es que los hermanos Marx en sus películas también plantean críticas de carácter social.

JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ. Es interesante subrayar que reivindica la nación, reivindica a Italia. Los colores de la bandera me parece que no son los adecuados, pero puesta la acción en el siglo XX sí se corresponden.

JAVIER CALZADILLA. Cuando se representó en Nápoles tuvieron que cambiar parte de la letra porque aún estaba ocupada por los Borbones.

BEGOÑA GARCÍA-TAMARGO. El libreto es espléndido como divertimento y enlaza con problemas de la época.

JAVIER CALZADILLA. El espectáculo que hemos visto, la escena, es de primerísima magnitud en cualquier teatro del mundo y encima se ha contado con cantantes muy buenos.

SUSANA ARIAS. Emilio Sagi busca siempre la perfección, se aprecia en todos los detalles y también en la selección de los cantantes, no sólo por la calidad de su voz, sino también por su presencia, como, por ejemplo, con la mezzosoprano, la mujer cañón como él mismo la definió.

JAVIER CALZADILLA. Esta «Italiana» es una coproducción de Santiago de Chile, Lausana, Bilbao y Oviedo. Eso habla muy en favor de la directiva de la Ópera de Oviedo, que está haciendo una labor fenomenal. Esta producción es digna de cualquier teatro del mundo. Me parece que hay que resaltarlo. Yo me siento muy orgulloso como asturiano de que aquí se hagan cosas de nivel internacional.

BEGOÑA GARCÍA-TAMARGO. En cualquier país civilizado la ópera es el espectáculo rey y sobra cualquier justificación a la hora de programarla y de apoyarla, porque se trata de algo evidente. Es el espectáculo total por excelencia. Pero aquí aún hay que dar explicaciones.

JAVIER CALZADILLA. Acabamos de ver una vez más que con ganas e imaginación se pueden hacer cosas muy importantes. El éxito de la Fundación Ópera de Oviedo y de los asociados y de los aficionados es enorme. El espectáculo total se puede hacer de forma fantástica con medios limitados, como aquí ha ocurrido.

JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ. Elemento por elemento, por ejemplo repasando el elenco, todo está bien, y, claro, la suma, el conjunto es sobresaliente.

SUSANA ARIAS. De todos modos, esta visión que estamos expresando aquí no ha sido general, algunos no ven que Emilio le saca toda la chicha posible a una música determinada y que la lleva a crecer con sus planteamientos.

JAVIER CALZADILLA. Rossini habría aplaudido hasta con las orejas de haber visto el espectáculo que hemos contemplado en el Campoamor. Está escrita en quince días y se divirtió componiéndola como indicó en su día. Es un humor inteligente.

JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ. Y más con los tics de la escena que le añade Sagi.

JAVIER CALZADILLA. Muchos directores de escena hacen verdaderos barullos o cosas ininteligibles. En el caso de Sagi no es así, todo tiene sentido. Los globos, por ejemplo, sirven para velar a Isabella cuando sale a escena, pero también para el juego posterior dándoles pequeños golpes, todo con buen gusto y con intención.

JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ. Exacto, como en la escena de las italianas prisioneras, que aparecen en realidad como turistas.

JAVIER CALZADILLA. La verdad es que ni en las mejores revistas sale una supervedette como Vivica Genaux, la mezzosoprano que hace el papel de Isabella.

BEGOÑA GARCÍA-TAMARGO. Me impresionó mucho la mezzo. Una voz con mucha ductilidad, gusto, dominio y coloratura. La tesitura en la que debe cantar es de contralto más que de mezzo y lo consigue con proyección vocal.

JAVIER CALZADILLA. Me ha gustado mucho, ciertamente.

SUSANA ARIAS. En algunos momentos te ponía los pelos de punta.

JAVIER CALZADILLA. El vestuario debería encargarse siempre a los responsables de éste de Isabella. Excelente, lo que sumado a la actuación, que fue muy buena y con mil sutilezas, dio un gran resultado.

JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ. Vestida de verde, de odalisca, estaba genial. Puro vodevil en la escena de la conquista.

JAVIER CALZADILLA. Y cuando poco a poco echa a Mustafá del trono y se sienta triunfante..., una escena magnífica donde se dice todo con la evolución de los personajes. Ahí se ve la mano magistral del director de escena.

JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ. El peinado estilo balagar, propio de los años cincuenta, que luce Isabella era muy adecuado a la acción. Y los vestidos de tigresa.

BEGOÑA GARCÍA-TAMARGO. Spagnoli tiene una voz de barítono clara y noble. Domina la técnica en los pasajes ágiles.

JAVIER CALZADILLA. Ya cantó «El barbero» aquí, en el Campoamor. También muy bien David Menéndez.

JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ. Al final del primer acto estuvo fenomenal. Spagnoli da el tipo del bey, muy bien caracterizado.

SUSANA ARIAS. Me gustó muchísimo, ha sido uno de los triunfadores de la velada.

JAVIER CALZADILLA. El papel es para un barítono bajo. Spagnoli es un especialista en Rossini.

JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ. Al que vi flojo fue el tenor. Su papel es el único de verdad lírico. Me pareció una voz estrecha.

SUSANA ARIAS. Quizás es lo único criticable de la función.

JAVIER CALZADILLA. Lo que ocurre es que es una farsa, una locura, y el tenor es el contrapunto de todo eso. El aria de la añoranza, en el inicio de la función, es un ejemplo perfecto del contrapunto que le toca desempeñar.

BEGOÑA GARCÍA-TAMARGO. El papel es muy difícil. Rossini pensó que debía cantarse en falsete. Antonio Lozano canta muy bien, pero con algunos problemas en el extremo agudo. Quizás ahí debió de utilizar el falsete.

JAVIER CALZADILLA. De todos modos, cuenta mucho el contraste que antes comentaba. Cuando está cantando, la gente espera que acabe pronto para que empiecen los otros con sus disparates y locuras, quieren ver a Mustafá y compañía.

JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ. El tenor estuvo mejor de lo que apreció el público.

JAVIER CALZADILLA. Es que para mucha gente si no hay puñaladas y sangre en abundancia la ópera vale menos. Ah, se nos pasaba destacar la actuación del coro. Son aficionados y han estado magníficos.

BEGOÑA GARCÍA-TAMARGO. Y la orquesta, excelente. El maestro Dantone es un verdadero especialista en Rossini.

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