Oviedo, M. S. MARQUÉS

En el «Libro segundo» de Luis Muñiz hay músicas, o lo que es lo mismo: texturas, lecturas, fragmentos, citas. «Todo unido con un mismo pegamento». Fue una de las descripciones de la poesía de Muñiz realizadas por el también poeta Marcos Canteli durante la presentación, ayer, del poemario «Libro segundo» del periodista de LA NUEVA ESPAÑA.

Destacó también «el interesante manejo que hace el poeta de la narratividad y cómo se introduce en distintos lenguajes y consigue darles la vuelta». Porque la de Muñiz es una poesía experimental pese al engaño de la apariencia, pese al envoltorio narrativo que el poeta utiliza para dar cauce a una voz personal, una voz que en este poemario se muestra ya plenamente asentada.

«Libro segundo» aparece tres años después del que fue su primer poemario, «Un fragor indeterminado», un libro que el diario «Público» eligió como el mejor del año y que en 2009 figuró entre los propuestos para el Premio Nacional de Poesía. Muñiz ha publicado asimismo poemas en distintas revistas y, como crítico, un estudio de la obra de Marcos Canteli y un ensayo en el libro colectivo «Pájaros y raíces, en torno a José Ángel Valente». Con «Libro segundo» vuelve a sorprender con su poesía experimental, con «una poesía que descoloca, porque descolocar es lo que quiere», dice Canteli.