Oviedo, Eduardo GARCÍA

El Streptomyces es un grupo de bacterias que produce alrededor del 80% de los antibióticos. Se encuentran fácil y se aislan y crecen en laboratorio sin mayores problemas. Bacterias aliadas que han dado a Asturias la segunda de las «Starting Grants» de su historia, las becas para jóvenes investigadores más prestigiosas y de mayor financiación de la Unión Europea: 1,3 millones de euros para gastar en cinco años de trabajo en el laboratorio.

El 1 de enero de 2012 comenzará el plazo de vigencia para desarrollar una investigación dirigida por el biólogo asturiano Ángel Manteca en el marco de la Universidad de Oviedo. Manteca y parte del equipo contratado se ocupan estos días de equipar en la Facultad de Medicina, área de Microbiología, el laboratorio que será su «casa» profesional hasta 2016.

La financiación del Consejo Europeo de Investigación permite formar un grupo de jóvenes investigadores que estará formado por dos doctores, un doctorando y un técnico de laboratorio, además de Ángel Manteca (33 años), todos ellos con contrato «y sueldos europeos». «Nos dan tiempo y nos dan recursos. Es un lujo», aseguraba ayer el biólogo asturiano, que ha trabajado casi tres años en el Streptomyces en la Southern Denmark University, en Dinamarca, en uno de los grupos punteros en el mundo en el estudio de este tipo de bacterias.

La Unión Europea valoró el caracter innovador del proyecto asturiano en relación con unos organismos a los que el hombre ha sacado ya un inmenso partido pero de los que se desconocen muchas cosas. El Streptomyces está presente en la mayoría de los antibióticos (todos los fármacos cuyos nombres acaban en «micina» tienen relación directa con estas bacterias), pero también en la mayoría de los antitumorales, en los inmunosupresores y en los antifúngicos.

Ángel Manteca, doctorado por la Universidad de Oviedo en 2005, sabe que su proyecto es «de alto riesgo» y que obliga a «ir poco a poco y siempre con los pies en la tierra». Su tesis doctoral, dirigida por el profesor Jesús Sánchez Martín, sirvió para descubrir en qué fase concreta el Streptomyces producía los antibióticos. «Fue mi gran logro, no porque seamos más listos que nadie sino porque contamos con metodologías apropiadas. Hoy sabemos qué proteinas están en la fase de producción del antibiótico y cuáles no lo están. Nuestro reto ahora está en saber cómo se regula todo este proceso», explica.

Se trata de una investigación aplicada para optimizar la producción de antibióticos y otros compuestos bioactivos, y para crear otros nuevos. Las capacidades del Streptomyces son muy amplias, pero las potencialidades lo son aún más.

El Consejo Europeo de Investigación ha dado libertad a Ángel Manteca para instalar su laboratorio y promover su grupo de trabajo en el entorno investigador que prefiera. Se quedó en Oviedo, la Universidad asturiana le promueve como profesor titular y ayuda a completar su nuevo laboratorio. «Se han portado bien», reconoce.

Hay elementos que profundizan en la importancia de estas bacterias, y uno de ellos es su relación con el origen evolutivo del proceso de muerte celular programada. «En organismos pluricelulares las células están programadas para «suicidarse», precisamente para que otras células puedan vivir. Cuando ese «suicidio» no se produce las células afectadas crecen descontroladamente». Es la base de muchos de los cánceres.

La Unión Europea concedió este año una veintena de becas «Starting Grants» a equipos de investigación españoles, en todas las áreas de conocimiento. En el marco de la UE, unas 200.