Ciudad del Vaticano / Oviedo, P. RUBIERA / P. ÁLVAREZ

-Santidad, usted no conoce Asturias...

-Pues, no.

-No... todavía.

-Exactamente, no la conozco... todavía.

Este breve diálogo tuvo como protagonistas, anteayer, sábado, al Papa y arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes. El escenario era la sala Nervi del Vaticano, donde la Orquesta Sinfónica del Principado (OSPA) acababa de ofrecer un emotivo y espléndido concierto ante casi 7.000 personas. Entre ellas, un espectador muy singular, Benedicto XVI, quien al término de la actuación afirmó que la OSPA acababa de transmitir «un poco del hondo y rico carácter de la población española y, particularmente, asturiana».

La citada conversación, en alemán, fue relatada ayer a este periódico por el arzobispo de Oviedo, quien asistió a la histórica actuación junto a una amplia representación institucional del Principado. El prelado asturiano sabe muy bien que la edad del Pontífice (84 años) y otros condicionantes propios de su cargo convertirían casi en un milagro que el Papa alemán pisara suelo asturiano, como ya hiciera Juan Pablo II en 1989. Sin embargo, valoró «lo que sin duda es un juego dialéctico y una gentileza más que un proyecto, pero que denota el afecto a una tierra, a una diócesis y a una cultura».

El Arzobispo enfatizó que la sala Nervi «es un marco excepcional» y que «fue algo extraordinario disfrutar allí de la OSPA, dirigida magistralmente por Maximiano Valdés». Sanz Montes tuvo palabras de gratitud y de elogio para la Fundación Cristina Masaveu Peterson, patrocinadora del acontecimiento.

Ayer la expedición asturiana amaneció en Roma con las emociones del día anterior todavía muy vivas y asistiendo a una misa oficiada por el arzobispo en la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat, en Via Giulia. El ya mencionado Max Valdés combinaba sabores individuales y colectivos. «La orquesta hizo un concierto fantástico, que era lo que más importaba, y en ese escenario tan importante se ha venido arriba». A juicio del maestro chileno, hoy director de la Orquesta de Puerto Rico, «hemos hecho el concierto más importante de nuestra vida musical, además de haber vivido algo único. En mi memoria quedará como el momento culmen de mi vida». Para Valdés resultó muy especial el momento en el que el Papa subió al escenario. «Me dijo que el concierto le había gustado mucho, y que el "Don Juan" de Strauss le gustaba mucho. Y cuando subió al podio y me hizo un gesto para que subiera a su lado, yo no quería, pero me hizo ese gesto y yo me sentí un poco abochornado por subir y estar ahí con él? Estuvo muy cariñoso, tuvo, además, un gesto muy bonito, porque me tomó de la mano? Estuvo muy cálido, muy dulce?, que no se corresponde con la imagen que se nos ha querido trasladar de él: es muy humilde».

Ana Mateo, gerente de la OSPA, confesó que había sentido «mucha emoción» al ver a la orquesta «sentada en el escenario de la Sala Nervi y al escuchar las piezas y ver cómo las recibía el público». Asimismo, se conmovió «al escuchar las palabras del Santo Padre en un discurso en el que Asturias y las reflexiones personales que hizo sobre la música demostraron que apreció el programa. Me siento muy orgullosa». «Hemos tenido felicitaciones de personas acostumbradas a estos conciertos en la sala Nervi y nos han comentado que el aplauso ha sido más largo de lo habitual», precisó Mateo, quien apostilló que «ahora tengo una sensación muy gratificante».

Los músicos de la OSPA compartían buena parte de estos sentimientos. Según Alexandre Vasiliev, concertino, «ha sido un gran éxito de todos y otra vez hemos demostrado una calidad adecuada para participar en conciertos de tanto nivel. Estoy orgulloso de este equipo tan sólido y amistoso». Juan Pedro Romero, oboe, calificó el concierto como «muy emotivo». La imponente sala, tener que tocar ante una persona como el Papa? Tuvimos un poco de tensión antes del concierto, más nervios que de costumbre, pero fue todo muy bien, un éxito, con lo que ello supone para la orquesta». El violinista Claudio Vásquez se mostraba muy satisfecho. «Tuve la suerte de que ayer mi familia pudiera estar en el Vaticano: mi mujer y mis padres, que vinieron desde México. Tenía nervios al principio, pero a medida que avanzaba el concierto me daba más alegría. Disfruté muchísimo. Creo que la OSPA sonó como nunca».

«Hemos hecho el concierto más importante de nuestra vida musical»

<Max Valdés >

Director de la OSPA

«Impone la sala, y tocar ante el Papa; había un poco de tensión, pero fue un éxito»

<Juan Pedro Romero >

Oboe

«Nos han comentado que el aplauso fue más largo de lo habitual»

<Ana Mateo >

Gerente de la OSPA

«Hemos demostrado una calidad adecuada para conciertos de tanto nivel»

<Alexandre Vasiliev >

Concertino

«El Papa manifestó su afecto a una tierra, a una diócesis y a una cultura»

<Jesús Sanz Montes >

Arzobispo de Oviedo

«Tenía nervios al principio, pero a medida que avanzaba me daba más alegría»

<Claudio Vásquez >

Violín