Gijón, J. L. ARGÜELLES

«Nel Amaro es una figura muy reconocida fuera de Asturias y muy poco aquí; es una vergüenza». La frase es de Jaime Rodríguez, uno de los coordinadores, junto a César Naves, de la exposición «Alfabeto», cuyo catálogo se presentó ayer en el Antiguo Instituto en un acto que se convirtió, por las palabras de cada uno de los participantes, en un improvisado homenaje al artista y escritor mierense, fallecido inesperadamente el pasado 4 de abril, a los 65 años.

Y es que Nel Amaro preparó y colaboró en este encuentro que arrancó en el Ateneo de La Calzada el 1 de abril, tres días antes de su fallecimiento, con una de sus últimas obras, el «Alfabeto Fluxus minimal», que se recoge ahora en el catálogo que ha diseñado el propio Jaime Rodríguez. «Fuera de Asturias todo el mundo conoce y reconoce a Nel Amaro, muy importante por sus creaciones de mail-art y sus acciones», explicó Rodríguez, sin ocultar su emoción.

También tuvo palabras de elogio para Nel Amaro -que fue además uno de los autores sobresalientes de la primera generación del Surdimientu y uno de los recuperadores, por tanto, de la literatura en asturiano- Xosé Nel Riesgo, director de la Fundación Municipal de Cultura de Gijón y también escritor. «Conocer a Nel Amaro, con quien tuve muchas conversaciones en Turón, fue una experiencia cargada de significado para el veinteañero que fui», subrayó, para encadenar: «Le gustaba provocar y era rompedor».

La exposición «Alfabeto» se concibió y montó como un proyecto colectivo en torno a la figura de Wolf Vostell. El artista alemán, fallecido en 1998 y una de las figuras centrales del movimiento vanguardista Fluxus, es autor de «Alfabeto de las revoluciones en la plástica», obra que dio pie al proyecto gijonés. Participaron en la iniciativa, además de Nel Amaro, los artistas Fernando Álvarez, Ariana Machado, Dionisio Muñoz, Luis Pineda, Rocío Pinín, junto con los citados Rodríguez y Naves.

Rocío Pinín fue la encargada de la «ñ», letra que no está en la obra de Vostell. También coordinó los talleres que se organizaron en el Ateneo de La Calzada: «Nel Amaro, que era igual que Vostell, fue un gran vanguardista que tuvimos en Asturias; le tengo gran admiración y cariño, al igual que a su compañera Marta B. por todo el apoyo que le dio».

La obra de Nel Amaro, que ahora recoge el catálogo, es un singular alfabeto compuesto con imágenes entre minimalistas y constructivistas, próximas a la estética zen, según la definición que ofreció ayer Rodríguez. La tirada del catálogo es muy limitada: veinticinco cajas que contienen los materiales de la exposición. Estas unidades son para el Museo Vostell, en Cáceres, el Museo Jovellanos, el Archivo Municipal, el Ateneo de La Calzada y los propios artistas.

El catálogo reúne obras que mantienen un mismo espíritu que enlaza con muchos de los presupuestos dadaístas, según indicó Rodríguez, que manifestó su satisfacción por poder coordinar el proyecto. En parecidos términos se expresó Naves: «Ha sido una gran experiencia de colaboración».