Nobel de Física en 1979

Santiago de Compostela,

Carmen VILLAR

El estadounidense y premio Nobel de Física en 1979 Sheldon Glashow, una «leyenda viva de la física», ha sido el encargado de cerrar la edición de este año del programa «ConCiencia», en Santiago de Compostela. Una cita que comenzó con la discusión con alumnos de Física sobre la velocidad de los neutrinos y siguió en torno a la discusión sobre la búsqueda del bosón de Higgs.

-¿Cómo valora las novedades en la búsqueda del bosón de Higgs, la llamada partícula de Dios?

-El descubrimiento en sí tardará más de un año. Aunque sí es verdad que los neutrinos son más rápidos que la luz, tal vez podamos escuchar las noticias del año que viene hoy. Mi escenario favorito es que encuentren algo más interesante que el bosón de Higgs. Esa partícula es una de las últimas que predice el modelo estándar de la física. Y yo quiero fallos en ese modelo, que se rompa para poder arreglarlo, porque aparentemente es correcto pero deja muchas preguntas sin contestar.

-Hace 20 años usted decía que debía preocuparnos más quedarnos sin petróleo que la Luna cayese sobre la Tierra o que el Sol se apagase que saber si el universo se expande o se contrae. ¿Cuáles son ahora sus preocupaciones?

-No creo que tengamos que preocuparnos mucho por el Sol, que hasta ahora se porta bien y con constancia; tampoco de la Luna. Ahora, aparte de los problemas financieros existentes, me preocupa la energía. Creo que es uno de los problemas más serios a los que tiene que enfrentarse ahora mismo la humanidad. Hay buenas evidencias de que existe el calentamiento global y es esencial hacer algo. Pero viendo lo que está pasando ahora en Durban, en la cumbre climática, no se ha hecho nada. En el mejor de los casos, los cambios comenzarán, un poco, en 2020. No es demasiado. Pero España lo ha hecho bien; es uno de los líderes en potencia eólica. Este problema es terriblemente serio. Estoy muy preocupado por nuestros hijos y nietos. Me pregunto si la vida seguirá siendo vivible sobre la Tierra dentro de cien años, si seguiremos adelante pese a las dificultades, si seguiremos siendo capaces de vivir como vivíamos en el pasado.

-¿Hay que buscarse una casa fuera del planeta? Porque usted critica las misiones tripuladas que la NASA prepara a Marte...

-No creo que haya que ir fuera. No soy Stephen Hawking, que se quiere mudar a otros planetas para estar seguro. Él se preocupa de que el Sol explote, pero a mí me preocupa más el futuro a corto plazo. No me siento amenazado por esos problemas cuando tenemos otros reales que no se resolverán saliendo al espacio. No vamos a encontrar fuentes alternativas de energía en el espacio ni tampoco lugares alternativos donde vivir. Creo que la Tierra es nuestro hogar y debemos esforzarnos. Existió como hogar para los dinosaurios durante cientos de millones de años y ellos aprendieron a vivir sin dañar el planeta. Luego una catástrofe los hizo desaparecer y nos dio a nosotros una oportunidad. Espero que tengamos la oportunidad de existir tantos millones de años como ellos.

-Sir Roger Penrose criticaba lo poco que se invertía en investigar la energía de fusión. ¿Pone en ella su esperanza?

-Controlar la fusión nuclear es un sueño, o tal vez una pesadilla. Sería maravilloso poder obtener energía controlando la fusión, pero se han hecho pocos progresos y los ingenieros se enfrentan a problemas muy difíciles. Estoy dispuesto a garantizar que la fusión no será una fuente importante de energía al menos durante otros cien años.

-¿Debemos resignarnos entonces a la fisión, que trae problemas?

-Los franceses no opinarían lo mismo, porque lo hacen muy bien.

-Pero ahí está Fukushima...

-En Japón lo que ocurrió fue una catástrofe terrible, en la que murió mucha gente, pero no por el accidente nuclear. Es cierto que hay cierto grado de contaminación radiactiva, pero creo que se ha exagerado. En aquel momento Japón apagó sus centrales, pero sufrieron mucho porque su electricidad depende en un 40 por ciento de ellas, y hubo que conectarlas de nuevo. Y ahora Angela Merkel, que creía una líder científica, aparta a Alemania de los planes nucleares. Eso sólo significa que Alemania comprará más energía a Francia. La necesitamos. De momento es la única solución a corto plazo.

-Dice que lo que ocurrió antes del Big Bang no es algo a lo que tengan que responder los científicos, sino los filósofos...

-Los filósofos son buenos para poner palabras juntas de modo que no necesariamente tienen sentido. En el Big Bang empezó el tiempo y en ciencia no tiene sentido preguntarse qué pasó antes de que el tiempo comenzara.

-¿Cómo convencer a los niños de que escojan la ciencia?

-Programas como «ConCiencia» son muy efectivos, y también la labor de divulgadores, como fue Carl Sagan (su cuñado), cuya serie «Cosmos» todavía puede verse en la red y la televisión. Es importante que los niños se interesen por la ciencia. Porque los problemas a los que se enfrenta el mundo son técnicos y no van a ser resueltos por gestores financieros.