Oviedo, Javier NEIRA

Las hermanas Katia y Marielle Labèque, que forman el dúo de pianistas quizá más famoso del mundo, interpretarán hoy, a las ocho, en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, el concierto para dos pianos de Poulenc con la Orquesta Oviedo Filarmonía, dirigida por el maestro Marzio Conti. La velada se completa con obras de Fauré, Debussy y Copland a cargo de la formación ovetense.

«La primera vez que vinimos a Oviedo fue al teatro Campoamor», comenta Marielle tras el ensayo de la mañana de ayer, «y después, en varias ocasiones ya, a este Auditorio. Esta vez aún no hemos tenido tiempo de ir hasta la parte antigua de la ciudad que es la que nos gusta más».

Katia señala que se reparten las iniciativas, «depende de quién esté más cansada en ese momento o de quién está de mejor humor. También ocurre que mandamos o mejor tomamos las decisiones de forma alternativa y para cosas diferentes. Tenemos de alguna manera nuestros arreglos, así que yo me encargo de unas cosas y Marielle de otras. Es una forma práctica de trabajar y de hacer todo».

«Es como una pareja que tiene sus niños y cada uno hace cosas diferentes», tercia Marielle, «nuestros niños son la música, los ensayos, los conciertos y algunos proyectos como la fundación que promovemos o la creación de un estudio de grabación en Roma. Cada concierto nuevo, cada encargo que hacemos a algún compositor o cada pieza novedosa que nos dedica un músico se convierten en nuestros hijos».

Las hermanas Labèque aseguran que llevan bien la fama, «además, no paramos de trabajar con una energía que nos lleva a estar siempre en el escenario con la misma pasión y fuerza. Eso nunca deberá cambiar. A veces ves a un músico que lleva muchos años en los escenarios y que parece que ya no le importa lo que está haciendo. Nosotras, sin embargo», sigue comentando Katia, «estamos de aquí para allá en todos los escenarios por nuestra actividad cotidiana como concertistas y también porque nos interesa la dimensión más creativa de nuestro trabajo. Encargamos cosas o nos entregan piezas, con frecuencia muy diferentes unas de otras, a partir de diversos compositores o de músicos que están a nuestro lado trabajando en proyectos. En nada vamos a participar durante tres días en un festival en Londres, centrado en la música minimalista, desde Satie hasta creadores rigurosamente contemporáneos. Llevaremos al escenario los dos pianos y también salen con nosotras otros músicos con guitarras eléctricas y batería entre otros instrumentos. Philip Glass y otros compositores minimalistas han desarrollado una música que tenemos siempre muy presente. Y qué decir en esa misma línea de un genio como John Cage. También Nyman nos ha mandado una nueva partitura que acaba de hacer para nosotras. Y ahora tenemos avanzado un proyecto con Glass para hacer un nuevo concierto para dos pianos y orquesta. A cada momento nos llegan cosas diferentes y novedosas».

«Entre nosotras dos funciona la fusión perfectamente», añade Marielle, «en cuanto al concepto musical de fusión tengo cierta prevención porque clasificar me da un poco de miedo. Lo que existe es una inspiración en la música popular habitual en el universo de la música clásica desde Mozart, Schubert y Brahms hasta Stravinsky o Bartok, todos tienen raíces en la música popular. Por eso es fuente de inspiración la cantaora Mayte Martín que viene de la música popular. En esas cosas se inspiran Falla y Albéniz que tienen mucho de popular. Hemos probado las piezas de Albéniz a dos pianos y no todas funcionan, pero con las que funcionan se logra un resultado increíblemente genial. Es lo que ocurre con el "Albaicín". Lo mismo vale para "Triana", de Granados». Katia añade que hacen «adaptaciones, no decimos que son arreglos porque no cambiamos nada. Dividimos las voces en los dos pianos y así se puede seguir el diálogo y la discusión. En "Iberia", de Albéniz, muchas voces se pierden en una interpretación convencional porque es terriblemente difícil. No sé cómo Alicia de Larrocha la podía tocar. Será siempre nuestra inspiración principal con esa fuerza que tenía. Éramos muy amigas, su muerte ha dejado un hueco terrible».

Respecto al concierto de Poulenc que hoy van a interpretar, Marielle señala que tiene «mucha energía, violencia y brillantez como decía el propio compositor. Empieza muy dramático. La energía la siento, pero no puedo asegurar que sienta la violencia. Y en el segundo movimiento hay cosas dulces, en su estilo de coger acordes de otros compositores para hacer su propia música. Hace referencias a Stravinsky, Schumann, Ravel, Offenbach y Debussy y logra salir por encima de todo eso. Marca su estilo con referencias a los estilos de los compositores que más amaba. Si se habla de fusión casi se puede decir que Poulenc fue uno de los primeros en experimentarla. El segundo movimiento se inicia al modo de Mozart, es evidente, y el propio Poulenc dijo que lo tenía en mente al componerlo».