Nuevo álbum y nuevos estilos musicales: acomodarse en la fórmula del éxito no va con usted...

–No. Pero tampoco creo que haya ninguna fórmula para el éxito. Yo procuro hacer cosas que me motiven e inquieten. Uno siempre tiene ganas de aprender cosas nuevas y que se las enseñen. Y eso es lo que intento hacer.

"Un pokito de rocanrol" es el título de su nuevo trabajo. ¿Cree que la sociedad adolece de una actitud más rockera?

– Sí, si alguien entiende a qué nos referimos con lo de actitud rockera. El título de este disco no es porque haya más rock en la música sino por la energía del rock and roll. El rock viene del blues y este de los campos de algodón, donde los negros cantaban canciones a los capataces, aunque camufladas en letras de amor hacia sus chicas que, al final, decían otras cosas más fuertes. Y lo hacían con energía positiva y humor negro, elementos que he querido introducir en este disco. Pero, sí, también creo que nos hace falta un poco de esa actitud.

El rock fue el principal vehículo de expresión y protesta de varias generaciones de jóvenes. ¿Por qué cree que ahora la música no tiene esa fuerza?

– Bueno, también hay mucha música que sí que la tiene. No vamos a generalizar: creo que ahora hay cosas muy interesantes en el panorama actual. Pero esa carencia es porque, sin querer, nos acomodamos a las cosas.

– Las discográficas se quejan, muchos músicos se quejan... ¿Instalarse en la queja soluciona algo?

– No. Este es el país de la queja. Pero la queja no es la solución a ningún problema. La solución es buscar soluciones y también amoldarse a las cosas que nosotros mismos hemos creado. O combatirlas de otra manera. Pero querer ponerle puertas al campo, una vez que has dejado el campo abierto, creo que es muy complicado.

El tema que abre el disco, titulado "ABC", también podría aplicarse al mundo de la música...

– Sí. Supongo... La letra dice: "No me acostumbro a tanto hijo de puta chupando del bote...". ¿No pasan estas cosas en la industria del disco? Para mí es una reflexión de lo que nos está pasando en el mundo. No concreto en nada. Me refiero a muchas cosas, claro, pero dejo que cada uno haga referencia a lo que quiera.

¿No cree que muchos artistas están pagando los desastres de las discográficas?

– Los desastres de las discográficas, los de internet... Es algo que ya viene desde hace tiempo. Pero es lo que digo: esto es lo que está pasando ahora. No podemos estar todo el rato echando la culpa a todo el mundo. Al final, lo mejor es sobrevivir, seguir haciendo cosas y buscar soluciones nuevas, otros caminos. Y ser todo el rato positivo. Hay que intentar comprender a unos y a otros.

Confiéselo: sueña con el día en el que no le pregunten por el episodio de la Sala Sol...

– No. Soy consciente de que me lo van a preguntar.

Hay políticos que roban y engañan a los que les votan. En cambio, la prensa se lleva las manos a la cabeza por cualquier salida de tono de una cantante o un actor –recuerde el '¡A la mierda!', de Fernán-Gómez–. ¿Qué nos pasa? ¿Hemos perdido el norte?

–Totalmente. Yo estoy igualmente sorprendida. Sobre todo porque fue un vídeo manipulado y sacado de contexto. Es increíble cómo la gente rápidamente se te echa encima. Estoy tan alucinada que he preferido no darle mayor importancia.

¿Qué opina del cierre de Megaupload y el cerco a las webs de descargas?

– Es una caza de brujas. Yo estoy a favor de Megaupload. No me he descargado nada, porque no lo hago, pero sí que he visto películas y series. Me parece un desfase. Ellos son los cabezas de turco.

¿No le fastidia que sus canciones estén a merced de la piratería?

– Es el mundo en el que vivimos y en el que nos hemos metido, o hemos ido creando. No puedo ofenderme por eso. No sería realista con el mundo en el que vivo. Es como cuando estaban los chicos en la calle vendiendo discos piratas. No hay que ir a por los vendedores que están intentando sobrevivir. Habría que haber ido a por el primero que sacó a la venta las copiadoras de cedés.

¿Cuando canta por el derecho a fumar en "Yo fumo", lo hace también por el derecho a la autodestrucción?

– No, nunca me lo había planteado...

– Bueno, es que dicen que fumar mata...

– Sí, claro. Y los que beben agua también se mueren. Y las aguas contaminadas que bebemos también nos matan, como los humos de los autobuses y de los coches... Te aseguro que esas cosas nos matan más que todo el tabaco.