Gijón, A. RUBIERA

La dirección del Hospital de Cabueñes, de acuerdo con la Junta de Personal, quiere ofrecer a profesionales sanitarios desempleados que se hagan cargo de los programas especiales que se ponen en marcha para hacer frente a las demoras quirúrgicas, cuando éstas se producen. Estos programas, por muchos conocidos como «peonadas», se hacen en momentos concretos cuando la situación lo requiere, sobre todo en el último trimestre del año. Hasta ahora corrían a cargo del propio personal de los servicios implicados, que de forma voluntaria y en la «mayoría de los casos» decidían participar en los mismos y cobrar las horas extra de trabajo. En la reunión de ayer que mantuvieron los portavoces de la Junta de Personal de Cabueñes con la dirección del centro sanitario quedó patente, con acuerdo de todas las partes, la intención de recurrir a trabajadores en paro, aunque no para cubrir el cien por cien de los puestos.

La reorganización del servicio de urgencias fue otro de los temas de trabajo de la reunión de ayer. Los integrantes de la junta, a quienes la dirección del centro aseguró que no se van a producir despidos de personal, respaldan los cambios que se están introduciendo en el servicio. Cambios en la línea de reorganizar los flujos de atención y también ganar espacios para pacientes. Por ejemplo, con la adquisición de seis sillones para quienes no requieran una camilla o una nueva disposición para los enfermos que están a punto de ser dados de alta. «Estamos de acuerdo en que con estos cambios la organización puede mejorar», indicó Mayte Puertas, presidenta de la junta de personal. También se explicó la incorporación a urgencias de un guarda de seguridad que hasta ahora prestaba servicio en el ambulatorio de Pumarín. La gerencia aclaró que el cambio, que llevaba varios años tramitándose, se ejecutó entre otras cosas porque el servicio de urgencias de Cabueñes era el único de Asturias sin este refuerzo.