Gijón, C. JIMÉNEZ

La solidaridad de las familias asturianas para acoger estudiantes extranjeros ha desembocado en un total de 300 aspirantes a las ayudas convocadas por la Universidad de Oviedo para compensar los gastos de alojamiento y manutención de estos alumnos. Cada una de las unidades familiares inscritas recibirá una renta mensual de 600 euros. La opción conocida con el término anglosajón de «home stay» permite a los participantes en este programa obtener unos ingresos extra. Una opción que cobra si cabe aún más importancia en tiempos de estrecheces económicas como el actual.

A las 300 familias inscritas podrían sumarse en los próximos días algunas más tras el recuento de todas las solicitudes recibidas en los registros de los campus de Gijón y Mieres, más las propuestas enviadas por correo certificado. La Universidad realizará un desembolso de, al menos, 180.000 euros para cubrir la renta comprometida de 600 euros mensuales a estas familias que han presentando su solicitud.

El coste económico de albergar a un estudiante en el domicilio no alcanza, en ningún caso, la renta que ofrece la Universidad de Oviedo. El único requisito para participar en el programa es la disposición de una habitación libre y servir tres comidas diarias al inquilino. La propuesta se presenta también muy golosa para los estudiantes, que a un precio muy inferior al que les cobrarían las residencias universitarias, tienen la posibilidad de tener cubiertas sus necesidades básicas además de ganar en comodidad para su economía. Por otro lado, al tratarse de estudiantes extranjeros que participan en los cursos de español ofertados por la Casa de las Lenguas, compartir el día a día con familias locales les dará la oportunidad de llegar a conocer realmente la idiosincrasia del país. Los anfitriones abren de forma completamente altruista sus hogares, encantados de compartir su cultura, tradiciones, idioma, hogar y vida con otras personas. El matrimonio formado por Ramón Estrada y Gloria Rubio, que llevan catorce años acogiendo a estudiantes extranjeros, considera un acierto la iniciativa de la Universidad pues les permite «conocer otras culturas» y «abrir la mente». Este año tienen en su domicilio a un joven estadounidense.