Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

El PSOE asturiano acusó ayer a la Consejería de Sanidad del Principado de «desbaratar algunos servicios que estaban funcionando muy bien», y citó como ejemplo lo sucedido en la unidad de trasplante de médula ósea y cordón umbilical del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), una unidad que corre el riesgo de romperse porque «lo único que interesa a este Gobierno es colocar a personas de su exclusiva confianza que sólo asuman los criterios que ellos plantean», señaló Pilar Alonso, portavoz socialista en materia sanitaria en la Junta General del Principado.

Alonso se refirió, asimismo, a la información publicada ayer por LA NUEVA ESPAÑA, según la cual el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) se opone a la intención de los actuales dirigentes de la Consejería de Sanidad de potenciar el modelo de gestión clínica. Sanidad pretende incorporar a más centros de salud a este sistema organizativo que concede a los profesionales mayor capacidad de autoorganización y les oferta incentivos económicos a cambio del cumplimiento de determinados objetivos pactados previamente. El SIMPA, por el contrario, insta a los facultativos a no implicarse en este procedimiento de gestión, también impulsado por el anterior Ejecutivo autonómico.

A juicio de la diputada autonómica del PSOE, «por una parte tenemos al SIMPA, que ha estado durante años poniendo palos en las ruedas para que las unidades de gestión no salieran adelante, y, por otro, a quienes quieren implantar la gestión clínica a machamartillo, sin tener en cuenta que se trata de un cambio cultural profundo y un nuevo modo de entender la organización». Pilar Alonso subraya que la configuración de unidades de gestión «no puede imponerse, sino que exige un proceso de negociación, diálogo y pacto».

El distanciamiento entre el SIMPA y el Gobierno de Foro Asturias evidencia, según la diputada del PSOE, que «las derechas sanitarias no son capaces de ponerse de acuerdo ni siquiera acerca del modelo que pretenden implantar». Y prosigue: «Son incapaces de negociar y ceder; a cada uno sólo le sirve lo que él dice. Ponen sus guerras por encima del poder general, y eso que el consejero de Sanidad fue dirigente del SIMPA».

Sostiene Pilar Alonso que el anterior Gobierno regional, de signo socialista, «dio pasos adelante» en materia de gestión clínica. Y agrega que lo mismo cabría esperar del actual Ejecutivo: «En lugar de dedicarse a destruir, deberían dedicarse a construir y a favorecer un modelo de organización que es necesario para la sanidad, porque supone un revulsivo».

Según el PSOE, «todas estas guerras repercuten en la asistencia que dan los centros sanitarios», de manera que «estamos retrocediendo, cuando en los últimos años Asturias había sido un modelo sanitario para toda España».