Londres

El científico ateo Richard Dawkins trató ayer de desmontar la creencia en Dios del arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, a partir de los argumentos del naturalista Charles Darwin en un debate público en la Universidad de Oxford. La existencia de Dios es un debate que no deja de fascinar a los británicos.

El duelo intelectual entre el líder de la Iglesia anglicana y uno de los ateos militantes más influyentes del Reino Unido despertó tal expectación en Oxford que se llenaron dos teatros adicionales para seguir la disputa a través de pantallas. Ambos pensadores aparecieron sobre un escenario, separados por el moderador, el filósofo y agnóstico Anthony Kenny, que pidió al público que mantuviera la compostura y se abstuviera de aplaudir.

«No sé si hay Dios o no, estoy abierto a que me convenzan y tengo a mi lado a dos personas que creen tener la respuesta», señaló Kenny, albacea literario de uno de los filósofos más influyentes del siglo XX, el alemán Wittgenstein. Dawkins, que se formó como zoólogo en Oxford y es autor de libros de divulgación científica como «El espejismo de Dios» y «La magia de la realidad», desplegó una encendida defensa del darwinismo para apoyar su tesis de que el ser humano es un producto exclusivo de la evolución biológica, sin intervención divina.