Un régimen empapa sociedades durante generaciones. Por aquí el último régimen nos plantó de sumo sacerdote a un señor de aspecto zen con fieles que de profesión son «buenas personas». Lo dicen los feligreses del régimen, y punto. Y, claro, han implantado el pensamiento único, sea en la disciplina que sea. Tienen ramificaciones tipo el gafapastismo. El gafapastismo, que dominó diversos ambientes culturales históricamente, es una variante de la doctrina a la que nos referimos y no nos atrevemos a citar por miedo a las represalias (lo mismo te dan un curso de falsa serenidad y se queda uno noqueado de por vida). Siempre hubo gafapastistas, aunque transmutan. Los hay cojonudos, los hay muy inteligentes, muy cultos, efectivamente, y pedantes. Ésa, la pedantería, es un rasgo inevitable que une directamente con las tesis del régimen que últimamente ha invadido la teoría futbolística. Y o eres fútbol zen o no eres nada. Resulta, sin embargo, que se impone el fútbol zoom y no gusta. Queremos libertad de culto.