De todas las estrambóticas predicciones para el fin del mundo en este 2012, la más interesante es la que vaticina el fin de nuestra civilización por una tormenta solar. Hay en ese augurio catastrofista parte de verdad científica, aunque al cocer las cosas menguan. En todo caso, no se tomen a chirigota lo de que un monumental cabreo de nuestra estrella nos haga pasar algún apuro.

Ahora mismo, sin ir más lejos. Los interesados en dinámica solar se lo pasan pipa estos días siguiendo en directo los datos de satélites. La alarma saltó el pasado lunes a las 04.13 de la mañana hora española. La gran mancha solar 1419 lanzó un potente chorro de clase X, las de mayor intensidad. Desde entonces, el Sol ha estado enviando llamaradas, aunque de menor intensidad. Está previsto que ayer y los próximos días lleguen a nuestro planeta los efectos de la eyección de plasma y radiación, no tanto de ese primer chorro, sino de los posteriores. El Sol aún sigue bastante activo y las probabilidades de nuevas llamaradas X eran ayer del 30 por ciento. Los expertos tranquilizan: como mucho las auroras boreales serán más intensas, pero puede que se produzcan algunos problemas en las telecomunicaciones. De hecho, se produjeron algunos apagones de radio en Australia, China o India.

El Sol se encuentra en un período de actividad alta de su ciclo. No se alarmen, ocurre cada 11 años y en el año 2000 se detectaron varias eyecciones de categoría X. El problema es que nuestra tecnología cada vez está más expuesta a los daños que ocasionan las radiaciones de las tormentas solares. Tanto es así que la NASA y varios organismos internacionales han empezado a alertar, sin sembrar alarma: es necesario estar preparados. Los interesados en husmear el tiempo solar tienen buenas páginas en internet, como www.spaceweather.com. Y otra recomendación, la activa página de Facebook del Observatorio del Clima Espacial de la Asociación Española de Protección Civil para los Eventos Climáticos Severos y la Prevención Nuclear (www.facebook.com/ClimaEspacial).