España necesita un acuerdo de Estado en ciencia «blindado de ciclos políticos y económicos». La inversión en ciencia «debería considerarse una prioridad».

Los líderes políticos tendrán que ser «coherentes» con el mensaje que envían. «No pueden mantener la retórica del cambio a un modelo productivo cuando todos los pasos que dan van en la dirección opuesta».

La plantilla fija de los centros de investigación se está «reduciendo aceleradamente» porque durante los últimos años las plazas que quedan libres por jubilaciones no se reponen.

La inversión en I+D ha de converger con la media de la UE y aproximarse al objetivo del 3% del PIB establecido por el Consejo Europeo. En España, la financiación en I+D+i en el 2010 fue un 1,39% del PIB y se estima que la de 2011 rondó el 1,35%.