Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

La gestión clínica atenta contra la ética del médico en tanto induce a los profesionales a ahorrar recursos que luego, en parte, terminan en sus bolsillos. Éste es uno de los principales argumentos que ayer empleó la presidenta del Colegio de Médicos de Asturias, Carmen Rodríguez Menéndez, para replicar al consejero de Sanidad del Principado, José María Navia-Osorio, quien anteayer declaró que el rechazo de la corporación médica a la nueva organización sanitaria obedece a que sus responsables «no conocen el modelo a fondo».

«El Colegio conoce perfectamente la gestión clínica después de cuatro años de lucha contra ella al lado de todos los médicos, sobre todo los de atención primaria», subrayó la doctora Rodríguez, quien tildó de «impresentables» las palabras del titular de Sanidad.

La gestión clínica es un modelo de organización sanitaria que otorga mayor autonomía a los trabajadores y descentraliza los procesos de toma de decisiones. Las unidades y áreas que se estructuran con arreglo a este sistema pactan con la Administración una serie de objetivos, cuyo cumplimiento acarrea el cobro de incentivos.

En el balance de 2011 presentado anteayer por el consejero de Sanidad se indicaba que los grupos asturianos de gestión clínica propiciaron un balance positivo de 4,9 millones de euros (cifra que resulta de sumar el ahorro de gastos más los ingresos por facturación a terceros), de los cuales 2,2 millones se destinarán a retribuciones de los profesionales implicados, un total de 2.572, en función de los mayores o menores logros conseguidos por cada uno.

En la pasada legislatura, el Colegio de Médicos impugnó ante los tribunales el modelo regional de gestión clínica, impulsado por la Consejería que dirigía Ramón Quirós. En el actual mandato, el Ejecutivo de Foro se comprometió desde su toma de posesión a impulsar este sistema, que también es rechazado por el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA).

Según Carmen Rodríguez, la gestión clínica no es una idea nueva. «Ya intentó implantarlas el Insalud en los años 80, pero no se llegó a nada, y lo único que quedaron fueron los objetivos», explicó la presidenta colegial, quien añadió que posteriormente fue Cataluña la que asumió la bandera. «De aquellos polvos vienen estos lodos en forma de cierre de centros sanitarios, privatizaciones, etcétera», indicó la doctora Rodríguez en referencia al devenir reciente de la sanidad pública catalana.

La presidenta del Colegio recordó la «guerra encarnizada» de los médicos de primaria asturianos contra la gestión clínica a lo largo de la legislatura pasada. «Las unidades de gestión que proponía el consejero Quirós son exactamente iguales que las que ahora trae el consejero Navia-Osorio, tan iguales que el actual consejero se jacta de que fue él quien las hizo con el Gobierno anterior», indicó Carmen Rodríguez.

Dos reuniones oficiales han mantenido hasta la fecha la presidenta de los médicos asturianos y el consejero de Sanidad, José María Navia-Osorio. Según testimonió ayer en tono irónico Carmen Rodríguez, «en ninguna de ellas se brindó el Consejero a explicarme las unidades de gestión clínica», como sí hizo en sus declaraciones de anteayer, en las que el Consejero también enfatizó que los profesionales que están implicados en este modelo «no muestran rechazo en absoluto».

En los dos encuentros mencionados, «le expliqué al Consejero las razones de nuestra postura y le subrayé que la filosofía de fondo de la gestión clínica es perversa, porque tiene como base el objetivo de que el equipo ahorre recursos y que una parte de esos recursos vaya para la Administración y la otra parte para los profesionales de esas unidades».

A juicio de la presidenta de los facultativos asturianos, «el médico no puede ahorrar recursos de un paciente que los necesita, porque hacer eso va contra su código deontológico, máxime cuando una parte de ese ahorro repercute en beneficio de los integrantes de las unidades de gestión clínica».

Carmen Rodríguez incidió en su apelación al código ético de los facultativos al señalar que «una de las obligaciones del médico es mirar por los recursos sanitarios, porque son finitos y son de toda la sociedad, y si se gasta más de la cuenta en uno se quitará recursos a otro». La presidenta colegial afirmó que el médico «ya tiene como obligación natural esa distribución de recursos, por lo que la gestión clínica está de más».

En época de crisis, la doctora Rodríguez considera un error multiplicar los centros de gasto, como de algún modo implica la creación de unidades y áreas de gestión clínica. «En épocas restrictivas, las empresas y administraciones implantan sistemas de caja única, para tener un control mayor de lo que entra y sale, y no deciden dispersar los recursos», arguyó la presidenta, quien agregó: «Los experimentos se hacen con gaseosa».

Pese a todas sus críticas, la presidenta del Colegio de Médicos de Asturias subrayó que «hago votos por que el modelo de gestión clínica funcione, por el bien tanto de los profesionales como del conjunto de la sociedad».