El País Vasco se trasladó ayer al teatro Campoamor de Oviedo al menos en los sabores, sentimientos, sonidos y colores para la representación de la zarzuela «El caserío», de Jesús Guridi, segundo título del XIX Festival de Teatro Lírico Español que se representa en el coliseo carbayón.

La soprano ovetense Ana Nebot en el papel de Ana Mari y el tenor bilbaíno Mikeldi Atxalandabaso como José Miguel centraron el drama rural con final feliz sobre una escenografía espléndida y una dirección brillante de Pablo Viar. El maestro Marzio Conti, al frente de la orquesta Oviedo Filarmonía, demostró su flexibilidad, iniciativa y capacidad de adaptación en un título nuevo para él. La capilla polifónica Ciudad de Oviedo estuvo a la altura e incluso sobresalió al lado de un elenco fundamentalmente vasco y por eso mismo muy motivado y en su salsa.

La zarzuela, dividida en tres actos, fue interpretada de un tirón durante algo más de hora y media, dando continuidad a un drama bucólico que puede extenderse en su filosofía y desarrollo a todo el arco atlántico, a las culturas celtas o en todo caso remotísimas.

Javier Franco, en el papel del Tío Santi, el noble perdedor del lance amoroso, destacó también con su voz poderosa y limpia durante la velada de ayer que fue la primera representación del título, según una coproducción del teatro Arriaga de Bilbao y del teatro Campoamor de Oviedo.

Ana Nebot mostró ante su público el momento espléndido en que se encuentra y Mikeldi Atxlandabaso recogió de nuevo los aplausos de los aficionados asturianos después de que el mes pasado y en el coliseo ovetense recogiese uno de los premios líricos del teatro Campoamor que le fue otorgado precisamente por su papel como José Miguel en «El Caserío».

La conversión del escenario en un frontón vasco fue el juego más celebrado de la representación que llegó muy hondamente al público a juzgar por los aplausos.

La zarzuela «El Caserío» de Jesús Guridi se volverá a representar el sábado 30 de marzo y el domingo 31.