Madrid / Oviedo, Agencias / P. Á.

Algo se mueve, y esta vez parece que va en serio. El Foro de Médicos de Atención Primaria defendió ayer la modificación del actual sistema de copago farmacéutico vigente en España, de manera que los ciudadanos paguen por sus medicamentos en función de la renta que perciban. Sin embargo, la citada organización rechazó la implantación de tasas por consulta médica o por receta, como ya se ha aprobado en Cataluña. Los médicos de los centros de salud asturianos se han pronunciado en términos semejantes, aunque con matices de mayor o menor envergadura.

Josep Basora, presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), subrayó que el actual sistema de copago de medicamentos es «antiguo y tiene que ponerse al día». «Nos parece equitativo el pago por renta», agregó Basora, quien criticó la «simple clasificación» entre pensionista y trabajador activo actualmente en vigor, en función del cual los pensionistas no pagan nada por los medicamentos con receta médica, mientras que los trabajadores activos abonan un 40 por ciento del importe. «No responde a la situación actual social y económica», indicó el responsable de Semfyc.

Muy similar fue la versión del presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), José Luis Llisterri, quien, sin embargo, expresó su rechazo a la implantación de un pago por consulta. «El copago puede ser especialmente peligroso en ciertas áreas, como pacientes crónicos o con rentas bajas», señaló Llisterri. A su juicio, el pago de «un simple euro» puede propiciar un aumento de complicaciones de enfermedades. «Ya hay estudios que indican contundentemente que los pacientes en los que se establece un copago dejan de tomar las pastillas, y este incumplimiento conduce a una mayor morbilidad y mayores ingresos», precisó del presidente de Semergen.

En Asturias, Manuel Amadeo Fernández Barrial, presidente regional de Semergen, indicó que esta organización aún no ha adoptado una posición oficial a nivel autonómico. Su planteamiento personal es «contrario, al menos en un principio, a todo lo que sea establecer barreras económicas para que el paciente llegue al médico», filosofía que aplica a cualquier tipo de copago. En todo caso, precisa, «lo primero es que las autoridades sanitarias aclaren qué es lo que piensan hacer y luego que los demás nos pronunciemos».

Entre tanto, el presidente de la Sociedad Asturiana de Medicina Familiar y Comunitaria (Samfyc), José María Fernández Rodríguez-Lazín, expresó el apoyo de esta organización al copago de los medicamentos, pero con dos premisas. La primera, que sea fruto «del consenso entre todas las comunidades autónomas». La segunda, que la citada medida se ponga en marcha de forma simultánea a muchas otras que son factibles y que pueden confluir en el mismo objetivo: propiciar un ahorro de recursos. «Lo que no apoyamos es el copago puro y duro, ya sea por receta o por ingreso hospitalario, como medida aislada», concluyó el doctor Lazín, quien advirtió, no obstante, de que este tipo de reformas exige la puesta a punto de unos procedimientos operativos «que no pueden hacerse de hoy para mañana».

De otra parte, los representantes de los médicos de atención primaria se opusieron a que la Administración pública deje de financiar determinados medicamentos para usos menores o con un precio más bajo. Era la respuesta a lo declarado ayer mismo por la presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quien se manifestó partidaria de que la Seguridad Social deje de financiar los medicamentos más baratos, que cuestan uno o dos euros «y de los que todo el mundo tiene cajas en casa sin terminar».

Cospedal matizó que hay otros medicamentos, «como los de los enfermos crónicos o de determinadas cuantías», que no deben dejar de financiarse «porque hay gente que los necesita para vivir». A la pregunta de si es partidaria de que se pague una tasa por receta, afirmó que debe depender del nivel de renta. La «número 2» del PP señaló que los servicios sanitarios habrán de estudiar si es viable o no el copago por consulta o por intervención en los casos de las rentas más altas. En caso de respuesta afirmativa, prosiguió, habría que establecer baremos dependiendo del tipo de intervenciones o de si es en los servicios públicos o a través de los seguros privados. «En cualquier caso, el nivel de renta tiene mucho que ver con todo ello», apostilló.

Para el secretario general de la Organización Médica Colegial (OMC), Serafín Romero, las políticas de recorte de medicamentos hacen que «se acaben utilizando medicamentos más caros», por lo que «no se ahorrará lo suficiente como para conseguir que el sistema siga siendo sostenible». De ahí su exhortación al Ministerio de Sanidad y a las comunidades autónomas a «apostar por el uso responsable de los medicamentos».

«Hemos medicalizado nuestra vida, y muchas veces, por falta de tiempo o por la propia medicalización, puede hacer que lo cómodo o menos problemático sea que cada paciente salga con una receta por consulta. Tenemos que hacer una reflexión entre todos, porque todos somos corresponsables», reflexionó.

A la vista de todo lo dicho, y con el fin de evaluar todos estos desafíos, el Foro de Médicos de Atención Primaria reclamó a la ministra de Sanidad, Ana Mato, una reunión con los profesionales con vistas a tomar decisiones que permitan una mejor gestión de los recursos.