Los parados de larga duración no tendrán que pagar por los medicamentos.
La aportación del usuario a los fármacos se llevará a cabo de manera más justa, en función de la renta.
Los pensionistas con menos recursos estarán exentos, y los que tengan pensiones bajas aportarán un máximo de 8 euros al mes.
La reforma da valor al medicamento y evitará que se tiren 3.700 toneladas de fármacos todos los años.
Los envases de los medicamentos se ajustarán a la duración del tratamiento.
España adaptará la normativa europea para facturar de manera rápida y directa al país de origen la atención a los extranjeros.
La reforma garantiza una cartera de servicios básica para todos los españoles, con independencia de dónde vivan.
La plataforma centralizada de compras permitirá un ahorro entre el 15 y el 50 por ciento.
Se establecerá un catálogo homogéneo de categorías profesionales para facilitar la movilidad de los sanitarios.