Oviedo, M. S. M.

Bruno Lázaro Pacheco, cineasta e hijo del desaparecido escritor Jesús López Pacheco (Madrid, 1930 - Ontario, Canadá, 1997), afirma que su familia donó al Estado hace siete años los fondos documentales de su padre «con el deseo de que vinieran a Asturias», pretensión frustrada al oponerse el Ministerio de Cultura a desprenderse de los documentos.

Bruno Lázaro, que se desvincula de esta última decisión de Madrid, asegura no haber tenido ningún contacto desde entonces con responsables del Ministerio ni haber autorizado que los documentos de su padre permanezcan en el Archivo General de Alcalá de Henares. El legado de Pacheco que la familia cedió al Ministerio de Cultura, organismo que realizó el traslado desde Canadá, está formado por una amplia colección de fotografías, cartas, originales de sus obras, artículos y otros documentos.

«Los materiales siguen embalados y sin clasificar desde que llegaron a España», señala Bruno Pacheco, molestó por la situación. A su juicio, lo importante es que los fondos se estudien y se cataloguen y que los investigadores puedan tener acceso a ellos para estudiar la figura y la obra de su padre. Hasta ahora, según afirma, los investigadores interesados no han podido acceder a los documentos.

Jesús López Pacheco, autor de varios poemarios y de novelas como «Central eléctrica», finalista del premio «Nadal» en 1957, estuvo vinculado a Cudillero desde los años 50 y es autor del V Cuaderno Literario «Escritores en Cudillero» y recibió la «Amuravela de oro», que otorga la asociación Amigos de Cudillero. Su presidente, Juan Luis Álvarez del Busto, conocedor del deseo de Pacheco de que sus documentos se custodiaran en Asturias, medió ante el Principado para intentar agilizar las gestiones del traslado. Ahora, lamenta que no se haya actuado a tiempo y que los documentos del autor de «Mi corazón se llama Cudillero» se queden en la capital de España.