Gijón, A. R.

La AMPAdel Colegio Jovellanos, IU de Gijón y la Corriente Sindical de Izquierda (CSI) denunciaron ayer la persecución, el «ataque a las libertades» y el «intento de censura antidemocrática» que, según explican, esta semana practicaba en el centro una inspectora de Educación «por orden expresa del inspector jefe de Educación, que a su vez recibió instrucciones de la consejera», Ana Isabel Álvarez. Los miembros de la junta directiva de la AMPA sostienen que esa persecución, que tenía al director del centro -Mario Suárez- como objetivo fundamental, tendría que ver con las reiteradas apariciones en prensa del director denunciando los incumplimientos de la Administración con respecto al Colegio Jovellanos, y su actitud continuada de exigencia para que la obra se lleve a cabo con la envergadura con la que se diseñó. La última reclamación pública que hacía el centro tiene que ver con el incumplimiento de restituir en las paredes del colegio los murales cerámicos que se restauraron y para los que aún no hay presupuesto de recolocación.

Según el relato de la AMPA, la inspectora se presentó en el centro «con un dossier de los escritos a la Consejera, al director general y a jefes de servicio por parte del director alegando que se encuentra de baja y no puede dirigirse a nadie; exigió actas del claustro, del consejo escolar y el reglamento de régimen interior, con el objeto de encontrar algún error administrativo para sancionar al director». Mario Suárez lleva tres meses de baja por un problema traumatológico y según los portavoces de la Consejería, debería estar apartado del quehacer del centro. Los padres sostienen que «como no se encontró materia punible, la inspectora manifestó la prohibición de expresar en la prensa o exponer reivindicaciones referidas al nuevo Jovellanos, a la unificación, a las cerámicas... en los medios de comunicación, así como dirigirse a las autoridades educativas de manera exigente y alegando, además, la obediencia debida del director a sus superiores jerárquicos». También se llegó a pedir que el reglamento de régimen interior del Jovellanos recoja la prohibición de hacer públicos los acuerdos del consejo escolar. La situación ha causado completo estupor y absoluto rechazo, por el cariz antidemocrático que destila, tanto en la AMPA como en ambientes políticos y sindicales.