Oviedo, P. Á.

«Nuestro próximo reto puede ser el trasplante de cara», subrayó ayer Daniel Camporro, jefe del servicio de Cirugía Plástica del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), al recibir los atributos que les acreditan a él y a sus colaboradores como «Asturianos del mes» de LA NUEVA ESPAÑA del pasado enero. El doctor Camporro dirigió al equipo que llevó a cabo el primer trasplante de brazo -y hasta ahora el único- realizado en la región. «Este reconocimiento es un premio a todos los profesionales del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA)», precisó el médico mierense.

Acudieron al acto de entrega los cirujanos plásticos Daniel Camporro, Ángel Fueyo y Clara Martín Muñiz; las enfermeras de quirófano Marisa Ruano y María del Rosario Heres; la supervisora de planta Susana Valerdiz; la nefróloga Susana García Melendreras, y el coordinador autonómico de trasplantes, Jesús Otero.

El doctor Otero manifestó su confianza en que, a la vuelta de un par de décadas, sea posible disponer de órganos creados a partir de células madre. A juicio del coordinador de trasplantes, esta posibilidad es mucho más viable que la de crear órganos artificiales mecánicos, hipótesis que se manejó durante largo tiempo. Entre tanto, Susana García Melendreras destacó los avances recientes en materia de inmunosupresión para evitar los rechazos.

La simbólica intervención quirúrgica que dio origen a la distinción otorgada por este periódico ha permitido al gijonés Ángel Alcón Ramos, de 43 años, soldador de profesión, recobrar una parte importante de la calidad de vida que un accidente laboral le había arrebatado cuatro años antes, cuando perdió los dos brazos al tocar un cable de alta tensión mientras trabajaba en la central térmica de Lada (Langreo).

El trasplante de mano y antebrazo fue efectuado entre las tres de la tarde del 31 de enero y las nueve de la mañana del 1 de febrero. Los miembros del equipo sanitario elogiaron la calidad humana, la entereza y la fuerza de voluntad del paciente y de sus familiares más cercanos. Los médicos y las enfermeras se mostraron convencidos de que estas cualidades contribuirán a acelerar y optimizar el complejo proceso de recuperación que afronta Ángel Alcón.

El donante, también asturiano, tenía 44 años y era agente de la Guardia Civil. Para él tuvo un recuerdo emocionado Jesús Otero, coordinador autonómico de trasplantes, quien explicó que ese mismo día habían surgido en el HUCA dos potenciales donantes. «A día de hoy, sin donantes no hay trasplantes», enfatizó Otero. Al receptor sólo era posible injertarle el miembro izquierdo, debido a que el derecho lo había perdido por encima del codo.

Ángeles Rivero, directora de LA NUEVA ESPAÑA, explicó que los artífices del trasplante de brazo han conseguido «obrar el pequeño gran milagro de cambiar la vida de una persona», un logro que definió como «lo más gratificante para los profesionales sanitarios».

A continuación, Melchor Fernández Díaz, consejero de Editorial Prensa Asturiana -empresa editora de LA NUEVA ESPAÑA-, y Ángeles Rivero entregaron al equipo una caricatura de los tres cirujanos plásticos realizada por el dibujante de este periódico Pablo García, una portada de LA NUEVA ESPAÑA elaborada para esta ocasión con la noticia del reconocimiento y una estela discoidea diseñada ex profeso por el artista José María Legazpi. La caricatura fue acogida con entusiasmo por los tres especialistas.

Daniel Camporro recordó que su equipo comenzó a trabajar en el trasplante de brazo en el año 2000. Por vicisitudes diversas, hubo de pasar mucho tiempo hasta hacer realidad el proyecto. El cirujano subrayó la diligencia de los coordinadores de trasplantes para hallar un donante idóneo. Y señaló que los profesionales del HUCA están en disposición de acometer nuevos desafíos, entre los que el más próximo podría ser el trasplante de cara.