Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

La cuenta atrás del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) vuelve a empezar. Con la llegada del PSOE al Gobierno regional, el recinto sanitario que se está construyendo en los terrenos de La Cadellada entra en un nuevo período de transición en el que incluso caben modificaciones de la línea estratégica. A día de hoy, oficialmente sigue en pie el otoño de 2013 como fecha de entrada en servicio del nuevo HUCA.

Una de las mayores dificultades del momento actual se centra en el despliegue de la red de fibra óptica necesaria para llevar al centro sanitario todos los servicios informáticos con los que la Administración regional pretende dotarlo. Este epígrafe del proyecto exige la coordinación y la sintonía de varios organismos. De otra parte, el nuevo Ejecutivo debe decidir si las tareas de esterilización son externalizadas o llevadas a cabo por personal propio del hospital.

El nuevo consejero de Sanidad, Faustino Blanco, declaró días atrás a LA NUEVA ESPAÑA que «ni me planteo la posibilidad de no abrir» el nuevo HUCA. Los conocedores de la marcha de las obras y del proceso de equipamiento sostienen que «es posible ponerlo en marcha a lo largo de 2013», pero matizan que «va a ser necesario un esfuerzo grande para conseguirlo».

El cambio de Gobierno del año pasado supuso para el proyecto del nuevo hospital una ralentización de aproximadamente ocho meses. La llegada de un equipo que no conoce a fondo la infraestructura y su equipamiento hace necesarios unos plazos de puesta al día relativamente prolongados. El Ejecutivo de Foro activó en los últimos meses los concursos referidos a la dotación tecnológica, el mobiliario y otros epígrafes que el Ejecutivo de Vicente Álvarez Areces había dejado pendientes.

Si algo es seguro en las próximas semanas es que se producirá un cambio en la gerencia del HUCA, circunstancia que podría traducirse en un nuevo frenazo. No parece que esté decidido quién será el futuro responsable del buque-insignia de la sanidad asturiana, pero sí es sabido que en los despachos sanitarios es visto con buenos ojos el naviego Antonio Pérez Rielo, gerente del Hospital Carlos Haya de Málaga hasta el pasado 16 de mayo, cuando dimitió de forma voluntaria. Otra opción que se ha barajado es el retorno de Mario González, destituido por el Gobierno de Cascos y que cuenta a su favor con la baza de ser el mejor conocedor del proyecto.

Un proyecto cuyo avance no está exento de obstáculos. Según ha podido saber este periódico, uno de los mayores en este momento consiste en hacer llegar a La Cadellada la infraestructura de cableado que debe soportar la potente dotación informática del nuevo HUCA. Las fuentes consultadas por este diario ponen de relieve que los trámites con todos los interlocutores involucrados «están avanzando con lentitud».

Por otro lado, el anterior Gobierno socialista había apostado por externalizar la planta de esterilización del hospital, aduciendo que esta medida implicaba un ahorro de costes muy notable. Sin embargo, los responsables sanitarios de Foro dieron un giro radical, y optaron por diseñar una central de esterilización llevada por personal del propio HUCA bajo el argumento de que la externalización implicaría una pérdida de empleos que consideraban contraproducente. No es descartable que este apartado se vea sujeto a cambios una vez más.