Oviedo, Eduardo GARCÍA

Asturias cuenta desde ayer con una tercera unidad de reproducción asistida, la segunda de carácter privado. Estará dirigida por Ignacio Arnott, actual jefe de servicio de la unidad de reproducción asistida del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), y se ubicará en la Clínica Asturias, en Oviedo.

«Llevo 25 años en esto y creo que la alternancia es buena en la vida. Mi vida profesional en el HUCA está a punto de acabar y creo que puedo aportar todavía muchísimas cosas», aseguraba ayer a este periódico Ignacio Arnott, 23 años después de que en el HUCA naciera el primer niño asturiano por medio de esta técnica asistida. «Era ciencia ficción, era como llegar a la Luna en bicicleta». Hoy se calcula que unos 500 niños nacen todos los años en Asturias por medio de reproducción asistida.

El Instituto de Reproducción Humana FIV 4 mantendrá en la Clínica Asturias su laboratorio de embriología para este tipo de técnicas y se beneficiará de las instalaciones de un quirófano contiguo (para favorecer el transporte de las muestras biológicas) y de las habitaciones hospitalarias si fueran necesarias.

Para los responsables de la clínica, es un «importante valor añadido», en opinión de su gerente, Daniel Basante, y del consejero de Clínica Asturias, José Landeira, «y esto puede ser el germen para exportar este servicio a otros de nuestros hospitales». «Queríamos contar con un profesional de referencia, e Ignacio Arnott lo es». La Clínica Asturias incorpora nuevos tratamientos como la fecundación in vitro, la inseminación artificial, la vitrificación de ovocitos y el diagnóstico genético, entre otros.

En el acto oficial de inauguración, por la tarde, intervino Pedro Barri, director del departamento de obstetricia, ginecología y reproducción del Instituto Universitario Dexeus, el centro pionero en este tipo de técnicas en España.

La reproducción asistida es una demanda en alza. En España se registran cada año más de cincuenta mil ciclos (intentos), pero el registro no es obligatorio. Tan sólo en el HUCA se realizan unos 580 ciclos anuales, con unos rangos de éxito que van desde el 30 al 45 por ciento, según la edad de la paciente. El éxito es inversamente proporcional a la edad. «No se puede vender humo, las tasas son las que son y el que diga lo contrario, miente», afirma Ignacio Arnott.

En lo que a la oferta privada se refiere, los precios son parecidos en España, unos 5.000 euros por ciclo, más la medicación, que ronda los 1.500 euros. No es barato, pero en este sector no se dan las rebajas. La medicina pública contempla la reproducción asistida, con un máximo de tres intentos y marcando límites más rígidos de edad que la privada.

Arnott dejará pronto su unidad de reproducción en el HUCA, «la niña de mis ojos. Allí va a quedar un equipo extraordinario, unos profesionales increíbles». En el HUCA trabaja como residente en ginecología una hija de Arnott. «Mi ilusión es poner en marcha esto y que ella siga mis pasos. Y si es la ilusión de mi vida, ¿por qué no lo iba a hacer?».