Madrid, Agencias

El director del Instituto Cervantes, el asturiano Víctor García de la Concha, reconoce que los profesores de español que trabajan para el centro «están malviviendo» en países como Brasil, el Reino Unido o Japón, donde se ven obligados a compartir casa o piso, al no poder permitirse una vivienda individual.

En sede parlamentaria, García de la Concha denunció que los profesores del Cervantes sufren «un agravio comparativo» con otros profesores del Estado español en el extranjero, como los de las aulas de Actividades de Lengua y de Cultura Española (ALCE), quienes «perciben remuneraciones mucho más altas». «Por tanto, nuestros profesores piden que se conozca esta situación y se reconsidere, para que, a igual trabajo, haya igual remuneración, porque todos están sirviendo al mismo propósito, que es la enseñanza del español en el extranjero», señaló.

García de la Concha se pronunció en estos términos durante su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores para presentar los presupuestos del centro para 2012, donde desveló que el sueldo medio de un profesor del Instituto Cervantes en el extranjero es de 41.000 euros, con lo que viven «apretadamente», sobre todo, en aquellas ciudades con un alto coste de la vida. El Cervantes recibirá este año del Estado un presupuesto de 80,4 millones de euros, seis menos que en el ejercicio anterior, lo que obligará a aplazar la renovación de instalaciones en Casablanca, El Cairo, Estambul, Lisboa, Mánchester, Orán, París, Roma, Tánger y Varsovia.

Sólo habrá dinero para acometer los proyectos más urgentes: «Terminar las obras de París y algunas obras de Londres, porque realmente el presupuesto no da para más», explicó García de la Concha, que descartó que este año se puedan abrir nuevos centros.

García de la Concha estará hoy en el acto institucional en el que se entregará el premio «Cervantes» al poeta chileno Nicanor Parra, quien a sus 97 años y con un grave problema de movilidad no podrá acudir a la ceremonia para recoger el galardón. tampoco estará presente el Rey don Juan Carlos, aún convaleciente de su operación de cadera.