El Parlamento europeo rechazó ayer por 478 votos en contra, 39 a favor y 165 abstenciones, el acuerdo internacional contra la falsificación y la piratería (ACTA). Todos los grupos a excepción del Partido Popular Europeo (PPE), se pronunciaron en contra del pacto internacional durante un debate en Estrasburgo. Bruselas y los populares llegaron a pedir que se aplazara la votación hasta que el Tribunal de la Unión Europea (UE) aclarara si es compatible con las leyes comunitarias, pero sus peticiones fueron también rechazadas. Se ha impuesto la tesis de que ACTA era una respuesta inadecuada a un problema real, al contener demasiadas ambigüedades y abrir la puerta a atentados a la privacidad de los consumidores, las libertades y la libre circulación de información.

El movimiento activista internacional Avaaz calificó de «triunfo para la democracia en Europa» el rechazo del Parlamento europeo a ACTA. Sin embargo, las industrias manufactureras y creadoras de Europa lamentaron el rechazo de la Eurocámara al acuerdo porque el «no» a este pacto causará perjuicios a la propiedad intelectual europea, a sus empleos y a su economía.

En un comunicado conjunto, la Federación Internacional de Productores Discográficos (IFPI), la Federación de Editores Europeos (FEE), la Federación Internacional de Actores (FIA) y otros organismos calificaron de «oportunidad perdida para la UE» en materia de protección de las industrias creadoras europeas y aquellas que apuestan por la innovación.