Oviedo / Madrid, P. Á. / Agencias

La consejera de Educación y Cultura del Principado, Ana González, manifestó ayer su inquietud por la filosofía de fondo que observa en los planes de reforma del ministro José Ignacio Wert. «Me preocupa que no se hable de equidad, que era una de las fortalezas de nuestro sistema, y que se considere un objetivo mejorar los resultados del informe PISA, como si en educación le dijéramos al alumnado que el objetivo es aprobar un examen, cuando debe ser aprender y mejorar las competencias», subrayó González en un comunicado difundido por su departamento.

La Consejera criticó, asimismo, la «segregación económica» que, a su juicio, implica el proyecto normativo presentado por el Ejecutivo central. El Principado elaborará y remitirá al Gobierno de Rajoy un documento de análisis de «las debilidades y los problemas» que supondrá para la región el anteproyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa.

La titular de Educación realizó estas declaraciones después de asistir anteayer a la sesión extraordinaria de la Conferencia Sectorial de Educación, presidida por Wert, en la que participaron los consejeros autonómicos del ramo. El Ministro subrayó que las evaluaciones finales que se realicen al final de cada etapa educativa tendrán contenidos homogéneos para todas las comunidades autónomas.

Estas palabras de Wert tenían como antecedente otras del consejero catalán, quien denunció que las evaluaciones finales que plantea la reforma invaden competencias. El ministro replicó que la vigente Ley Orgánica de Educación (LOE) ya incluye que entre las referencias genéricas que deben cumplir las evaluaciones figura la de permitir la comparación de rendimientos entre comunidades y la homogeneización de las mismas en todo el Estado.

Es decir, precisó Wert: no se piensa en una concepción «monolítica y rígida» de esas evaluaciones, pero sí en que éstas tengan contenidos «transversalmente homogéneos» suficientes para permitir dicha comparación, que ya era un objetivo contemplado en la LOE. Según el Ministro, se han elaborado estudios internacionales que acreditan que la existencia de sistemas de evaluación externos estandarizados «llegan a conseguir una mejora del rendimiento entre el 20 y el 40 por ciento». El titular de Educación enfatizó que los estudiantes españoles «no son ni incapaces, ni tontos, ni vagos», y precisó que la implantación de la evaluación va a proporcionar «incentivos positivos» para que los alumnos se esfuercen más y obtengan mejores resultados.

Preguntado acerca de si la elección temprana de un itinerario formativo es una medida segregadora, Wert negó que estas pruebas lo sean, ya que, a su juicio, esta opción está «fuertemente asociada» a la lucha contra el abandono escolar. Según el Ministro, lo que más segrega es que, debido a la rigidez del sistema, una cuarta parte de alumnos abandonen el ciclo obligatorio o detengan su formación cuando lo completen. «Éste es el mayor ataque a la equidad que puede producir un sistema», apostilló.