Gijón, Lara A. CHARRO

No quieren buscar conflictos, sino lograr soluciones. La Plataforma Iniciativa pol Asturianu lleva tiempo peleando para que el asturiano se haga un hueco, y en el marco de las reuniones de trabajo que viene manteniendo el colectivo con otros grupos ayer se reunieron con los trabajadores de normalización lingüística de los concejos asturianos en busca de un nuevo punto de apoyo. «No se trata tanto de hacer reivindicación, sino de lograr colaboraciones», explicó Inaciu Galán, miembro de la plataforma.

«Los trabajadores de normalización lingüística hacen su trabajo en condiciones desiguales, ya que cobran a partir de subvenciones que a veces duran medio año, por lo que es muy difícil planificar en el tiempo», contó Galán, que pide una plaza fija para estos empleados. Entre las propuestas que se trataron en su encuentro de ayer en el Antiguo Instituto de Gijón destaca la creación de un baremo y un informe anual para comparar unos concejos con otros y fomentar la competitividad. «Se trata de ponerles las pilas para que busquen ser punteros», señaló.

Pero éste no es el único frente que tienen abierto desde Iniciativa pol Asturianu. Han elaborado también, entre otras cosas, un informe de propuestas para fomentar el asturiano que no tendría coste para la ciudad: «Los carteles que anuncian fiestas como la Feria de Muestras o el Hípico podrían ser bilingües o la megafonía que anuncia la hora y las mareas en la playa podría darlas en ambas lenguas», expone Galán. ¿Y cuál es el papel que está desarrollando el Ayuntamiento de Gijón? «Las palabras son buenas, pero los avances no se ven e incluso hay algún retroceso poco entendible», matiza Vítor Suárez, otro miembro de Iniciativa pol Asturianu, como la eliminación de los topónimos en asturiano de los letreros de los autobuses. Sin embargo, insisten en que la iniciativa es buena: «Foro siempre quiso tener una relación más profunda e incluso organizar consejos regulares para la normalización de la lengua», apunta Galán al tiempo que señala que «los únicos que no quisieron reunirse con nosotros fueron el PP y el PSOE».