Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

«Seguimos dando vueltas a lo mismo y no avanzamos». Ésta es la desalentadora valoración que los sindicatos sanitarios realizaron tras mantener en la tarde-noche de ayer una nueva negociación (la quinta, desde el pasado miércoles) con representantes de la Consejería de Sanidad del Principado, encabezados por Celia Gómez, gerente del Servicio de Salud (Sespa).

Sobre la mesa, la aplicación de la ampliación de la jornada en el ámbito sanitario de 35 a 37,5 horas. Sostienen los delegados sindicales que el modelo que propone la Administración obliga al personal que está a turnos a trabajar 60 horas más al año que sus colegas de otras comunidades autónomas, con lo que ello supone, además, de recorte en la contratación de personal eventual.

Celia Gómez no niega esta cifra, pero alude a un contexto económico «excepcional y crítico», y añade que otras autonomías han optado por imponer una reducción de salarios adicional a la estipulada por el Gobierno central. Con todo, la gerente del Sespa precisó que en la mañana de hoy se reanudarán las conversaciones, y manifestó su confianza en que la responsabilidad de los trabajadores sanitarios evite una huelga en el sector. «La mayor parte de los empleados públicos son conscientes de las dificultades», subrayó.

Los dirigentes sindicales tienen previsto dedicar el día de hoy a entablar negociaciones con los partidos con representación en la Junta General del Principado. «Este Gobierno está en minoría y no puede andar con imposiciones», argumentó Francisco Menéndez, responsable de SICEPA-USIPA. En función de lo que suceda, los sindicatos determinarán si interrumpen el encierro en la sede del Sespa -que mantienen desde el miércoles- y se replantearán su estrategia.

Los delegados de Comisiones Obreras, UGT, SATSE, USAE y SICEPA-USIPA (o sea, todos los del ámbito sanitario, salvo el de médicos) cumplieron ayer su quinto día de encierro. La negociación con las autoridades se desarrolló entre las ocho y las diez y media de la noche. La convocatoria de la Administración llegó después de que, por la mañana, los sindicatos difundieran un comunicado en el que denunciaban «la nula capacidad negociadora de la gerente del Sespa», a la que acusaban de protagonizar una «actitud, chulesca, prepotente y de persecución a los encerrados» que les llevaba a solicitar al consejero de Sanidad su destitución inmediata. «Queremos dejar bien claro a toda la sociedad que nuestra reivindicación principal no es económica, si no por el mantenimiento de casi 1.000 puestos de trabajo de todas las categorías profesionales, consecuencia de una lesiva aplicación de la nueva jornada», enfatizaban en su nota.