Oviedo, E. G.

La consejera de Educación, Cultura y Deporte, Ana González, no se mete prisa para hacer pública la segunda convocatoria de personal interino, que los sindicatos quieren ya y cuya demora la Administración justificó ayer: «Este proceso se realiza todos los años, las adjudicaciones y la revisión del profesorado que necesitan cada grupo y cada centro».

La segunda fase comienza cuando los equipos directivos y el profesorado se incorporan a los centros para preparar el curso. «Entonces surgen cosas, como una persona que se pone enferma, y es necesaria una sustitución que no podía ser conocida en junio», aclaró ayer Ana González antes de participar en la clausura de la XIII Escuela Internacional de Verano de UGT.

«En Secundaria se han realizado estos días los exámenes de septiembre y, en función de los resultados, pueden cambiar los grupos, porque puede ser que todo el mundo apruebe y pase de curso o no», añadió. «El proceso se está llevando a cabo con mucha tranquilidad», afirmó.

Por otra parte, las cincuenta y nueve plazas ofertadas por la Administración y que no han sido cubiertas por personal docente interino al no haber sido pedidas por nadie siguen dando que hablar. La información publicada ayer por este periódico recogía el dato sorprendente de plazas libres, todas ellas -según parece- a media jornada y en destinos periféricos.

El sindicato SUATEA responsabilizó de la situación a la propia Consejería de Educación, Cultura y Deporte. «Si quedaron plazas sin cubrir es porque la Administración actuó de forma negligente al convocar un número ahora demostrado escaso de aspirantes a interinidad. Culpar a quien aspira a trabajar de forma digna no puede ser el refugio de una maquinaria administrativa que dispone de los medios para solucionar los problemas que ella misma genera, es decir, si tienes muchas plazas, mejor convocar a muchas personas», señala SUATEA, el sindicato de la presidenta de la Junta de Personal Docente, Beatriz Quirós.

Por interinos, sin embargo, que no quede. Las listas de este año de aspirantes a interinidad recogían más de doce mil nombres en Secundaria (sin contar FP ni enseñanzas especiales) y más de seis mil en Primaria.

La polémica surgió cuando en la lista definitiva de la primera convocatoria hubo una rebaja de un centenar de plazas en relación a las 1.920 que anunció Educación.

Los sindicatos docentes desconocen a día de hoy dónde se ubican esas cincuenta y nueve plazas que los interinos no quieren. Renunciar a ellas, recordó el jueves la Consejería, no supone pérdida de derechos para el docente gracias a pasados acuerdos sindicales.

SUATEA denuncia que la Consejería reconoce unas cincuenta plazas ofertadas en su día y «que ya estaban cubiertas por profesorado funcionario, circunstancia negada en su momento desde la Administración regional».