Escritor, publica «El tiempo que vendrá»

Oviedo, M. S. MARQUÉS

«El tiempo que vendrá» es la primera novela de Ovidio Parades (Oviedo, 1971), un relato en el que ha puesto mucho de sí mismo y con el que se asoma a ese mundo de la literatura con mayúsculas que admiró desde niño. Escritor desde muy joven, Parades es colaborador de revistas literarias y autor de cuentos y relatos, entre otras publicaciones. «El tiempo que vendrá» es su primera novela, la historia, sobre todo, de un amor que no se esconde. Publicada por Trabe, llega esta semana a las librerías asturianas.

-«Después de varias publicaciones se adentra por primera vez en la novela. ¿Cómo se siente?

-Estoy expectante porque mis libros anteriores funcionaron muy bien y eso te da cierta responsabilidad; pero la novela es otra historia, son palabras mayores dentro del panorama literario. Tengo mucha curiosidad por saber, más allá de lo que opina la crítica, la opinión del común de los lectores, de los amigos y los conocidos.

-¿Qué podemos avanzar de «El tiempo que vendrá», a qué género se asoma?

-Creo que está más cerca de la literatura intimista que de otra cosa. Quiero dejar claro que es una novela y que, aunque tenga muchas cosas autobiográficas, es novela, porque hay cosas que son reales que yo cedí al protagonista y otras que no lo son. Es la historia de un hombre que está a punto de cumplir cuarenta años, homosexual, que cree que una vez transcurrida media vida es un buen momento para reflexionar.

-En este caso la ficción se apoya en la realidad...

-Así es. Hay cosas de mi vida que consideró fundamentales, que me apetecía contar. El personaje principal echa la vista atrás y se da cuenta de que ha sufrido por su condición de homosexual que él no escogió sino que es algo que le viene dado, como los ojos verdes. En la novela analiza su paso por un colegio de curas donde padeció la discriminación de los niños, ahora al hacer esta reflexión se da cuenta de que la crueldad entre los niños es innata pero lo que más le duele es la mirada hacia otro lado de los adultos y profesores.

-El protagonista agradece a otro personaje haberlo salvado de los años oscuros. ¿De qué lo salva a usted la novela?

-Quien salva al protagonista es su marido porque el amor nos salva de todo. Gracias al sosiego que le produce ese encuentro, puede echar la vista atrás sin rencor y evocar momentos y situaciones. Todo esto es una cosa que tenía dentro y tenía necesidad de contar; pero a pesar de todo no es una novela triste, hay sombras, pero lo que cuenta en el fondo es la historia de un amor que no se esconde, la de los dos personajes que se encuentran, y la de los abuelos, otra historia de amor de quitarse el sombrero.

-En este relato con fondo real, ¿qué papel tiene el estilo literario?

-Me gusta que no se note, busco la sencillez, el estilo depurado, que aunque inicialmente no se aprecia lleva un cuidadoso trabajo detrás. A mí me llevó tanto tiempo escribir la novela como corregirla. Sin que suene petulante, quería que la novela fuese como un largo poema en prosa, que no sobrase ni faltase ninguna palabra. Me ocurre con todo lo que escribo, me gusta el estilo depurado, donde hay mucho trabajo detrás aunque no lo parezca.

-Usted se declara mitómano y cinéfilo. ¿También hay cine dentro de su novela?

-Sí lo hay, porque el protagonista, al igual que yo, es cinéfilo y se pasa muchas horas de su adolescencia en las salas de cine de Oviedo, lamentablemente hoy desaparecidas.

-¿Podría ser un buen guión para una película?

-¿Por qué no? Creo que todas las vidas podrían ser llevadas al cine, todos tenemos una historia detrás, con sus luces y sus sombras.

-¿Determinará su futuro como escritor lo que ocurra con este libro?

-Llevo escribiendo desde los 9 años; por lo tanto, voy a seguir adelante. Otra cosa será el asunto de la publicación, que en los tiempos actuales cada vez resulta más difícil, sobre todo si hablamos de editoriales grandes. No pienso tirar la toalla.

-El mundo cultural es uno de los sectores más afectados por la crisis. ¿Ve alguna alternativa para paliar los recortes?

-Creo que hay que luchar, protestar, rebelarse? la subida del IVA ha sido una cosa brutal y la cultura se ha visto y se verá muy afectada. El otro día leí que Oviedo es, después de Madrid, la ciudad donde el cine es más caro. No sé de quién es la culpa, pero creo que no se puede consentir. Algunos precios de espectáculos culturales están haciendo que la gente se quede al margen porque no puede llegar a ellos. Es muy triste.