Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

Los médicos mantienen el pulso con el Gobierno regional. Antes de concluir la fase de paros que aún está en marcha, el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) acordó ayer convocar una nueva tanda que será incluso más intensa que la primera. Doce días de huelga de facultativos sufrirá la sanidad pública asturiana a lo largo del mes de noviembre, a los que habrá que sumar los que convoquen los restantes sindicatos del ámbito sanitario -salvo UGT-, que estaban pendientes del calendario que estableciera el SIMPA. ¿Motivo? El mismo que ha generado el conflicto a lo largo de este mes de octubre: el modo de aplicar en el Principado la ampliación de la jornada laboral.

El Servicio de Salud del Principado (Sespa) reaccionó con rapidez a la nueva convocatoria y difundió un contundente comunicado en el que tilda de «salvaje» la nueva tanda de paros y advierte de que puede generar situaciones de «extrema gravedad».

En una nota hecha pública tras la reunión de su consejo ejecutivo, el SIMPA subraya que se ha visto «forzado» a convocar los nuevos paros ante la «intransigencia» y la «falta de voluntad negociadora» de la Administración autonómica. El sindicato se dirige a los ciudadanos señalando que «lamenta una vez más los posibles perjuicios que la nueva fase del conflicto pueda acarrear en los pacientes y les agradece su comprensión».

Los paros médicos se desarrollarán todos los lunes, miércoles y viernes de noviembre, con la excepción del primer día de huelga, que será el martes 6. Serán paros de 24 horas, lo que hace prever un mayor impacto que el registrado en la huelga de octubre, que ha consistido en cuatro días de huelga a media jornada y cinco a jornada completa. Esta última tanda aún tiene pendientes los días de hoy, viernes, y el próximo lunes.

También están pendientes de desarrollarse tres días de huelga de los restantes sindicatos (30 y 31 de octubre y 5 de noviembre), cuya principal reivindicación se centra en el personal que trabaja a turnos, para el que se reclama una reducción del calendario laboral anual y el mantenimiento del empleo de los eventuales.

El SIMPA considera particularmente irrenunciables dos de sus demandas: la libranza de las mañanas posteriores a las guardias nocturnas y el mantenimiento de los módulos de actividad vespertina de los médicos mayores de 55 años que han sido eximidos de realizar guardias durante las noches. En su nota de ayer, el SIMPA emplaza al Gobierno asturiano «a sentarse "de verdad" a negociar si quiere evitar que el conflicto se enquiste». A juicio del sindicato, el consejero de Sanidad, Faustino Blanco, «ha introducido una "notable inestabilidad" en el sistema», razón que lleva al SIMPA a reclamar «la intervención urgente» del presidente del Principado, Javier Fernández.

Las autoridades sanitarias han reconocido que los paros de media jornada acarrearon, como media, la suspensión de aproximadamente el 20 por ciento de la actividad quirúrgica programada. Según los datos del Sespa, en la jornada de ayer la huelga tuvo una incidencia del 0,89 por ciento en atención primaria y del 8,92 por ciento en los hospitales. El mayor impacto se registró en el área sanitaria de Mieres.

Frente a las denuncias del SIMPA, el Sespa aseguró que «la atención urgente en los hospitales del Sespa está funcionando con total normalidad, incluida la unidad de gestión clínica del Hospital Universitario Central de Asturias, que únicamente ayer [por anteayer] registró una actividad ligeramente inferior a la media de los miércoles, según ha notificado esta unidad de urgencias». La Administración sanitaria recordó a los profesionales «que el cumplimiento de los servicios mínimos y de las buenas prácticas profesionales supone una obligación individual de cada trabajador y que del incumplimiento de los mismos se pueden derivar responsabilidades».

Según el Sespa, la protesta de los médicos «está basada únicamente en la reivindicación de intereses corporativos que parecen completamente ajenos al interés general de las personas y a la sostenibilidad del sistema público de salud».