Oviedo, P. R.

Veinticuatro horas antes de sentarse a negociar -la reunión está convocada para el mediodía de hoy-, el Sindicato Médico de Asturias (Simpa) elevó el tono de las acusaciones al Gobierno regional, al que acusa de «empujar a los pacientes hacia la medicina privada» con su «nefasta gestión» de las listas de espera. El segundo día de huelga del mes de noviembre de los doce convocados por el Simpa en la sanidad pública asturiana, en protesta por la nueva jornada laboral implantada por el Principado, tuvo una incidencia del 5,8%, según datos del Sespa y fue seguida por 195 médicos. En Oviedo se registró el mayor porcentaje de paro, un 11,5%. El Simpa, que no ha convocado paros para la jornada de hoy, habla de un paro «masivo» con suspensión de consultas, pruebas e intervenciones quirúrgicas.

El conflicto, que ya entró en su segundo mes y no tiene visos de terminar, enfrentó ayer, con manifestaciones cruzadas al PP y al PSOE. El mismo día en que se conoció que el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) había admitido a trámite la denuncia del Colegio de Médicos contra la jornada implantada por el ejecutivo.

«No hay nada que vislumbre un cambio de actitud por parte de la Consejería», declaró el diputado Alfonso Román López, quien compareció en una rueda de prensa junto a Carlos Galcerán, presidente de la Comisión de Sanidad del PP. Los diputados coincidieron con el Simpa en su denuncia de las listas de espera, en las que, a 31 de septiembre, antes del inicio del conflicto, había 90.000 asturianos, entre pruebas, primeras consultas y operaciones. Román López añadió que, viendo la actitud del ejecutivo, «el Simpa acudirá «casi por cortesía» a la reunión de hoy.

«Flaco favor le hace al Simpa constatar que su único apoyo es el del PP, el partido que está desmantelando la sanidad pública en España», respondió la portavoz de sanidad socialista en la Junta, Pilar Alonso. Y añadió: «El Simpa está tratando de trasladar una imagen de deterioro de la sanidad pública en Asturias en una actitud absolutamente irresponsable sino, que puede acabar volviéndose contra ellos».

«Es obvio que Javier Fernández ha decidido ir más allá de la norma dictada por el gobierno de Rajoy, con la intención de transformar radicalmente las condiciones de trabajo del personal sanitario, sembrando el caos en la sanidad asturiana», declaraba Albano Longo, portavoz de sanidad de Foro, en un comunicado remitido a LA NUEVA ESPAÑA.

El Sindicato Médico, que se declara «defensor a ultranza de la sanidad pública» y agradece «la comprensión de los pacientes que prestan sin tapujos su apoyo a los facultativos», cree que la situación de las listas de espera muestran la «incapacidad del Principado «para poner fin a la huelga»

Según el Simpa, la situación «está empeorando alarmantemente». Y pone una serie de ejemplos: en el HUCA y los hospitales de Cabueñes y Álvarez-Buylla, se están dando citas para mediados de enero, febrero y marzo en especialidades como Digestivo, Dermatología, Ginecología, Oftalmología y Traumatología. En el San Agustín de Avilés, se está retrasando la inclusión de los pacientes en lista de espera y las demoras reales en Urología y Oftalmología se elevan a ocho meses. El sindicato facilitó ayer a los medios de comunicación una copia de una cita de cardiología, signada como consulta preferente y que ayer se dio a un paciente del hospital avilesino para el próximo mes de mayo.

En lo que respecta a las pruebas diagnósticas, siempre según el Simpa, los especialistas están tardando entre tres y cuatro semanas en informar las radiológicas cuando las esperas no deberían exceder los cuatro días. En septiembre, algo más de 13.228 pacientes aguardaban una de estas pruebas, 2.266 de más de 60 días. En la cirugía programada eran 17.252 los que estaban pendientes de llamada.

«El dramático incremento de las listas de espera está obligando a un creciente número de pacientes a recibir asistencia en la medicina privada», asegura el Simpa. Y añade: «Se rompe así el principio de la equidad, se ahonda en las diferencias entre ricos y pobres y se crea una sanidad a dos velocidades. Quienes tienen dinero acuden a la medicina privada y quienes no lo tienen aguardan en la depauperada medicina pública».

El consejero de Sanidad, Faustino Blanco, que hoy comparecerá en la Junta General para responder a cuestiones relacionadas con el conflicto, declaró el pasado martes en LA NUEVA ESPAÑA que «la sanidad pública está en riesgo y fuera de ella hace mucho frío».

Blanco se manifestó dispuesto a «recorrer el camino» de la negociación, pero dejó muy claro que «el margen es muy escaso» porque el recorte presupuestario en el presupuesto regional de la sanidad -unos 50 millones este año y entre 60 y 70 en el 2013- es estrecho. «Nuestro objetivo, puesto que defendemos este modelo de sanidad pública y no el de las privatizaciones, es preservar el empleo y hacer sostenible el sistema», añadió.