Gijón, J. L. A.

«Viaje a Surtsey», obra de Miguel Ángel Pérez Boronat y Javier Asenjo, es una de las tres películas españolas que compiten este año en la sección oficial del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX). Es una historia de afectos, del intento de revivir y recuperar una amistad. Y por lo que contó ayer el equipo del filme, muy cohesionado por las dificultades de un rodaje en las alturas de los Pirineos, con temperaturas gélidas, una «experiencia maravillosa» que ha unido aún más a realizadores y actores.

¿Cuáles son sus expectativas en este certamen tan diverso, con una sección oficial en la que despuntan cintas de reconocible fuste como «Beyond the Hills», de Cristian Mungiu, o «Children of Sarajevo», de Aida Begic, dos candidatas al «Oscar»? «Es cierto que es una película sin sexo, sin violencia y española, pero es la que queríamos hacer y nuestras expectativas ya están cubiertas por el solo hecho de estar seleccionados en la edición del cincuentenario de este festival», aseguró Asenjo. «Nuestro sueño era poder estar en Gijón».

«Queríamos contar algo nuestro; él (por Asenjo) y yo somos, de alguna manera, esos dos personajes de la película, por lo que también hay nostalgia», explicó Pérez Boronat, para quien «Viaje a Surtsey» es «una historia de la calle, con los pequeños dramas y alegrías de la vida». «Es un poco autobiográfica, porque Miguel Ángel y yo hemos vivido de jóvenes esa vida en la montaña», completó Asenjo.

Los dos directores comparecieron juno a tres de los actores de la película: Lucas Fuica, que encarna a Iñaki, Elisa Draben (Irene) y Pep Antón Muñoz (Fernando). «Yo no he sido boy-scout ni nada de eso y, después de este rodaje, he empezado a escalar; mi personaje es alguien que aún quiere dar oportunidad a la amistad». Para Muñoz, esta historia plantea un doble «viaje iniciático», a la naturaleza y a la amistad: «El rodaje fue duro pero nos ha ayudado y unido; nunca he pasado tanto frío».