Roma

El Papa Benedicto XVI ha señalado, en su mensaje por la Jornada mundial de la paz, que negar el principio del derecho a la vida -con el aborto y la eutanasia- y la estructura del matrimonio entre hombre y mujer -con formas radicalmente distintas de unión- provocan «una herida grave infligida a la justicia y a la paz». «¿Cómo es posible pretender conseguir la paz, el desarrollo integral de los pueblos o la misma salvaguardia del ambiente sin que sea tutelado el derecho a la vida de los más débiles, empezando por los que aún no han nacido? Cada agresión a la vida, especialmente en su origen, provoca inevitablemente daños irreparables al desarrollo, a la paz, al ambiente», subraya.

En este sentido, precisa que «no es justo codificar de manera subrepticia falsos derechos o libertades», que, «basados en una visión reductiva y relativista del ser humano, y mediante el uso hábil de expresiones ambiguas encaminadas a favorecer un pretendido derecho al aborto y a la eutanasia, amenazan el derecho fundamental a la vida».

La estructura natural del matrimonio «debe ser reconocida y promovida como la unión de un hombre y una mujer, frente a los intentos de equipararla desde un punto de vista jurídico con formas radicalmente distintas de unión».