Madrid, Agencias

La Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM) desconvocó ayer la huelga indefinida que mantenía desde el pasado 26 de noviembre en la Comunidad de Madrid, tras la aprobación el pasado jueves de la ley de Acompañamiento, que abre la posibilidad a privatizar la gestión de 6 hospitales y 27 centros de salud, que seguirían siendo de titularidad pública. Así lo anunció el presidente de AFEM, Pedro González, en una rueda de prensa en la que advirtió de que no pararán «ni para coger impulso» y de que están dispuestos a acudir a los tribunales en defensa de sus reivindicaciones.

«Siempre hemos dicho que la huelga es una medida de presión y no un objetivo en sí mismo», afirmó Pedro González. «La huelga es algo muy doloroso para nosotros en nuestra calidad de médicos. Nos hemos visto abocados a ello para tratar de paralizar un plan que perjudica a la sanidad pública», añadió.

González explicó que los médicos habían ofrecido su ayuda y sus propuestas a la Consejería de Sanidad madrileña, pero que ésta las había rechazado. «Nos han insultado, despreciado y pisoteado», afirmó el presidente de AFEM, que calificó de «prepotente ignorancia» la actitud del Gobierno regional en este conflicto. «Han despreciado el coste de la huelga. Se negaron a hablar con los profesionales hasta la tercera semana de paros. No ha habido ningún diálogo real porque tenían la firme convicción de que iban a aprobar el plan», subrayó.

González anunció su nueva estrategia de movilizaciones contra los planes sanitarios de la Comunidad de Madrid, en la que se incluyen nuevas huelgas para el mes de enero, en caso de que el Ejecutivo regional no dé marcha atrás en su propósito. «Vamos a defender este sistema sanitario que es de todos los madrileños», dijo González, quien comentó que han creado grupos de trabajo para «denunciar la amenaza» que supone, en su opinión, la externalización sobre la calidad del sistema sanitario madrileño.

El consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, calificó de «injustificada» y que estaba perjudicando a miles de ciudadanos la movilización de los médicos. «Ya era hora», dijo sobre el cese de los paros.

En rueda de prensa, Lasquetty afirmó que la huelga es un derecho constitucional, pero se ha ejercido en este caso de manera «extraordinariamente perjudicial» en el ámbito de la sanidad, tanto para pacientes como para los propios trabajadores. Más de 6.000 operaciones fueron suspendidas y 40.000 consultas se anularon o cancelaron en las cinco semanas en las que duró el conflicto.

Lasquetty tildó de «lamentable» la actitud de AFEM de no querer reunirse con los responsables de su departamento, cuando al inicio de sus movilizaciones «ha llenado las calles de pancartas diciendo que la sanidad está en venta, cuando no se vende», y que «no se escuchaba a los profesionales, cuando se les está escuchando». Sin embargo, y pese a esa negativa, manifestó que la próxima semana volverán a ofrecer la posibilidad de tener una nueva reunión. Citó, como prueba de su actitud dialogante, el hecho de que la «inmensa mayoría» de los jefes de servicio estén remitiendo propuestas de ahorro que la Consejería está valorando.