Madrid / Oviedo, Efe / P. Á.

Un grupo de científicos españoles, dirigido por el doctor Ramón Cacabelos, ha diseñado una vacuna -la primera, según los propios investigadores- contra el alzhéimer capaz de prevenir la enfermedad o revertir sus manifestaciones cuando ya se ha desarrollado, tal como han evidenciado los ensayos realizados en ratones transgénicos.

El doctor Cacabelos presentó ayer en rueda de prensa la vacuna «EB-101» y la documentación científica por la que ha obtenido ya la patente para su fabricación en Estados Unidos, donde el grupo de científicos, perteneciente al Centro Médico Euro Espes de La Coruña, está gestionando con varias multinacionales el inicio de los estudios clínicos en humanos. Los investigadores están preparados para comenzar dentro de tres o cuatro meses estos ensayos clínicos, que podrían durar -según Cacabelos- de seis a ocho años, si bien todo dependerá de los requerimientos de la Administración reguladora de los medicamentos en Estados Unidos (FDA).

De momento, con los ensayos preclínicos realizados en ratones, los investigadores consideran que con esta estrategia se podría duplicar la esperanza de vida de los pacientes con alzhéimer (actualmente pueden vivir de tres a ocho años). No obstante, a juicio de los científicos, lo más importante no es prolongar la vida, sino mejorar las condiciones y la dignidad de las personas que sufren la enfermedad.

El profesor titular de Neurología de la Universidad de Oviedo Julio Pascual manifestó ayer su apuesta por la prudencia. Según el doctor Pascual, «no es ésta la primera posible vacuna frente a la proteína beta-amiloide [cuyo acúmulo excesivo es la causa del alzhéimer] que ha tenido éxito en animales de experimentación». El profesor y director del área de Neurociencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) subraya que «existen varias vacunas que han resultado exitosas en animales de experimentación, y algunas de ellas se están probando desde hace más de dos años en pacientes y en personas con riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer, fundamentalmente en Colombia, donde existe una región con una altísima incidencia familiar de esta enfermedad».

Julio Pascual hizo hincapié en que los experimentos del grupo gallego «se han llevado a cabo en un número muy reducido de ratones», circunstancia que obliga a «ser cautelosos a la hora de extrapolar estos resultados, que yo calificaría de preliminares, a la especie humana».