Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

La sanidad asturiana debe duplicar la tasa de enfermos con insuficiencia renal severa que reciben diálisis peritoneal, hasta alcanzar el 30 por ciento del total. Así lo manifestó ayer Francisco Ortega, director del área de gestión clínica de nefrología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en el marco del acto científico con el que se celebró el vigésimo aniversario de la unidad de diálisis peritoneal del centro sanitario ovetense. En estas dos décadas de actividad, la citada unidad ha prestado asistencia a más de quinientos pacientes con enfermedad renal crónica avanzada que precisaban un tratamiento sustitutivo. En muchos casos, esta terapia ha sido un paso intermedio antes de someterse a un trasplante de riñón.

La diálisis es un proceso sustitutivo de la función renal que consiste en filtrar la sangre para extraer las toxinas y el exceso de agua de la sangre. La peritoneal emplea un filtro natural, una membrana del organismo (la membrana peritoneal), y puede ser aplicada en el propio domicilio del enfermo. Entre tanto, en la hemodiálisis se extrae la sangre del organismo y se traspasa a un dializador de dos compartimentos que separa la sangre del resto de las sustancias.

La diálisis peritoneal es sustancialmente más barata que la hemodiálisis, según subrayó Carmen Rodríguez, nefróloga del HUCA responsable del programa de diálisis peritoneal. El coste medio anual por enfermo es de 32.400 euros para la diálisis peritoneal y de 46.600 para la hemodiálisis. La diferencia por paciente se sitúa en 14.200 euros.

El doctor Ortega puso de relieve que, en el momento actual, son un 18 por ciento los enfermos asturianos con tratamiento sustitutivo sometidos a diálisis peritoneal. «La tasa ha aumentado en los últimos años, pero es necesario seguir progresando hasta alcanzar el 30 por ciento», señaló el especialista, quien agregó que las terapias de diálisis implican destinar el 2,5 por ciento del gasto sanitario público a un 0,11 por ciento de la población española.

Pese a este elevado coste, «una sociedad avanzada no puede permitir que los pacientes con insuficiencia renal terminal mueran, tal y como sucedió en los primeros años de la década de los ochenta del siglo pasado en el Reino Unido, donde el Gobierno de Margaret Thatcher dio la orden de no dializar a los mayores de 50 años».

El programa de diálisis peritoneal del HUCA cuenta con más de cien pacientes, una cifra que viene a representar casi la cuarta parte del total de las personas que se dializan en Asturias. «Nuestra unidad es la que más pacientes atiende en toda España y una de las mayores de la Unión Europea», indicaron Francisco Ortega y Carmen Rodríguez, quienes tuvieron como compañero a un tercer ponente: César Remón, director de la unidad de gestión clínica de nefrología del Hospital Universitario de Puerto Real en Cádiz. En el acto de apertura estuvieron presentes el director general de Innovación Sanitaria, Enrique González, y la gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Celia Gómez.