Oviedo, E. G. / Agencias

Si usted observa estos días que su velocidad de internet pegó un bajón, lo normal es que las causas sean cotidianas y locales. Pero igual no es así. La velocidad de la red de redes en el mundo ha disminuido por culpa de una guerra que si nos la hubieran contado hace 25 años la hubiéramos calificado de pura ciencia ficción.

La historia de lo que algunos analistas califican ya del mayor ataque cibernético de la historia tiene dos nombres propios. Uno se llama Spamhaus y es una organización con sede en Londres y Ginebra que lucha para controlar la proliferación de correos basura que en número de miles de millones al día inundan las redes. El otro protagonista es la compañía Cyberbunker, holandesa, una compañía de almacenamiento a la que Spamhaus acusa de estar colaborando con hackers para atacar sus sistemas informáticos mediante masivos envíos de información que llegan, según informó la BBC británica, a los 300 GB de datos por segundo. Algo inédito hasta la fecha.

La guerra cibernética está afectando especialmente a servicios como Netflix, una plataforma de servicios de vídeo con una amplísima oferta de contenidos online

Spamhaus calificó a Cyberbunker de plataforma de correos no deseados, lo que despertó las iras de la compañía. El ataque masivo, algo así como un intento de reventar por saturación los sistemas, ha podido ser evitado hasta la fecha por Spamhaus

Según los expertos citados por la BBC, se han identificado signos que confirman que la velocidad en internet ha descendido a causa del incidente. Pueden ser millones los afectados porque el ataque es mundial», reconocía John Reid, portavoz de Spamhaus.