El Papa subrayó el Viernes Santo que «a veces nos parece que Dios no responde al mal, que permanece en silencio». Durante la celebración del vía crucis en el Coliseo de Roma Francisco agregó que, «en realidad, Dios ha hablado, ha respondido, y su respuesta es la cruz de Cristo: una palabra que es amor, misericordia, perdón. Y también juicio: Dios nos juzga amándonos. Si acojo su amor estoy salvado, si lo rechazo me condeno, no por él, sino por mí mismo, porque Dios no condena, Él sólo ama y salva».