Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

El Ministerio de Sanidad prepara una nueva vuelta de tuerca a los precios de los medicamentos. Sin embargo, en esta ocasión la industria farmacéutica ha puesto el grito en el cielo, pues sostiene que la medida -cuya entrada en vigor está prevista para el mes de mayo- puede implicar, en la práctica, la desaparición de varias decenas de medicinas de uso muy frecuente. La razón es que la reducción de importes que baraja el primer borrador del Ministerio supondría, en algunos casos, que determinados envases pasasen a costar céntimos de euro, circunstancia que, a juicio de los laboratorios, haría inviable su fabricación. La bajada de precios afectará a unos 11.000 fármacos y el ahorro estimado para el Sistema Nacional de Salud se sitúa en 395,7 millones de euros.

«Pienso que la queja de la industria está fundada y que existe un riesgo real de desabastecimiento de ciertos medicamentos», declaró ayer a LA NUEVA ESPAÑA Pablo Ramos, presidente de la Cooperativa Farmacéutica Asturiana (Cofas). Como ejemplo, Ramos cita la simvastatina, principio activo que se emplea para el control del colesterol. Si en la actualidad su precio ronda el euro, con la futura orden ministerial vería disminuido su precio en aproximadamente un 50 por ciento. Algo similar sucedería con principios activos tan conocidos como el ibuprofeno (antiinflamatorio y analgésico) o el enalapril (antihipertensivo).

Los laboratorios sostienen que el coste simplemente del envase oscila entre 30 y 60 céntimos. Y que si se suma el resto de los componentes, el importe final no debería bajar de uno o dos euros. Sin embargo, en su nueva medida Sanidad suprime el concepto de precio mínimo. «Si no se vuelve al umbral mínimo de, al menos, 2 euros, será un golpe importante para la industria y algunos laboratorios no podrán seguir produciéndolos», advierte Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, secretario general de Aeseg, patronal de los medicamentos genéricos.

La modificación legal consensuada por el Ministerio de Sanidad con las comunidades autónomas consiste en que, hasta el momento, los medicamentos que llevaban más de 10 años en el mercado -momento en el que caduca la patente- y que contaban con un equivalente genérico, pasaban a formar parte del sistema de precios de referencia y, por lo tanto, su importe bajaba. A partir de ahora, cuando un medicamento cumpla 10 años, todos los que tengan el mismo principio activo entrarán automáticamente en precios de referencia, aunque no cuenten con un genérico, siempre que exista un competidor.