Madrid, Agencias

Esta pasada madrugada los relojes se adelantaron una hora, de modo que a las dos de la mañana pasaron a ser las tres. Con esta modificación se inicia el horario de verano, cuyo objetivo es lograr un ahorro aproximado del 5 por ciento de la energía. Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), este ahorro energético equivale a unos 300 millones de euros. El cambio de hora se debe a la directiva comunitaria 2000/84/ CE y es de obligado cumplimiento en los veintisiete estados miembros.

El cambio de hora se inició durante la I Guerra Mundial con el objetivo de ahorrar carbón, aunque no fue hasta 1974 cuando empezó a generalizarse. A raíz de la primera crisis del petróleo, algunos países -entre ellos España- decidieron adelantar sus relojes para aprovechar mejor la luz del sol y gastar menos electricidad en iluminación.

Del potencial de ahorro de 300 millones de euros en iluminación en España, 90 millones corresponderían a los hogares (lo que supone 6 euros por hogar) y los 210 millones restantes se ahorrarían en los edificios del sector terciario y en la industria.