Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

Se veía venir que sería alguien de fuera, entre otras razones porque casi nadie -o sencillamente nadie- de dentro se atrevía a acometer el desafío. Miguel Javier Rodríguez (Reinosa, 1964), inspector médico del Servicio Cántabro de Salud desde 2011, tomó ayer posesión como director del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Su misión consistirá en «dirigir la organización y reforzar el trabajo directivo en todo el complejo», además de «facilitar la adaptación funcional y asistencial del Hospital actual al nuevo HUCA de La Cadellada, cuya entrada en funcionamiento se prevé a principios de 2014», según un comunicado difundido por la Consejería de Sanidad del Principado.

La nota no se refiere en ningún momento a otra de las funciones -capital- que habrá de desempeñar el nuevo director: pacificar un centro sanitario que, desde hace meses, sufre una notable tensión interna en algunas de sus áreas y que está sumido en un clima de desmotivación que afecta de modo particular al colectivo médico. Esta situación interna -originada por los recortes salariales, los aumentos de jornada y la reestructuración de los horarios- ha dificultado la búsqueda de un director que asumiera el cargo que la oncóloga Isabel Palacio dejó el pasado mes de marzo «por motivos personales», según el comunicado de la Consejería. En las últimas semanas, los tambores de guerra llegaron a transformarse en amenaza de un nuevo conflicto protagonizado por facultativos de determinados servicios, especialmente de los ámbitos quirúrgicos.

El pasado 5 de abril, LA NUEVA ESPAÑA ya había anticipado que el Gobierno regional buscaba en el País Vasco un director para el «buque insignia» de la sanidad asturiana. Finalmente, lo ha hallado en Cantabria, en la persona de un licenciado en Medicina por la Universidad de Cantabria que ha cursado los másteres de Administración y Dirección de Servicios Sanitarios, en la Universidad Pontificia de Comillas y de Economía de la Salud y Gestión Sanitaria en la Pompeu Fabra.

En la organización de las áreas sanitarias implantada por el actual Gobierno socialista, la figura de director del HUCA está investida de un protagonismo particular. Sobre ella recae la interlocución más directa con los profesionales del complejo. Aunque en el organigrama jerárquico ocupa el tercer escalón, sus dos superiores -el gerente del área sanitaria de Oviedo (Jaime Rabanal) y el director de Atención Sanitaria y Salud Pública (Antonio Álvarez)- son cargos del conjunto de los servicios de atención primaria y especializada, por lo que no tienen dedicación exclusiva al Central ni su despacho principal en el Hospital.

Miguel Rodríguez desempeñó en los años 2010 y 2011 la subdirección médica del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander. Previamente, había estado al frente de la Subdirección General de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad durante los años 2007 y 2008. En el Insalud trabajó en el Complejo Hospitalario de Segovia y en la Unidad de Centros y Servicios Concertados de la Dirección Territorial de Madrid.

«La puesta en funcionamiento del complejo de La Cadellada supondrá la incorporación de un nuevo modelo de organización y de liderazgo clínico que corresponderá desarrollar a la dirección profesional, con la intención clara de potenciar, desde el HUCA como centro de referencia, la capacidad de toda la red hospitalaria asturiana», enfatiza el comunicado de la Consejería de Sanidad.