alfonso palacio Director del Museo de Bellas Artes de Asturias

A última hora de la mañana de ayer, después de las clases en la Universidad, Alfonso Palacio recibió una «cálida» llamada de la consejera de Cultura y presidenta del patronato del Museo de Bellas Artes, Ana González, comunicándole que era el nuevo director del museo. En los próximos días, Palacio se reunirá con los responsables de Cultura para ponerse al día de la que será su nueva responsabilidad. Hasta entonces, declina amablemente hablar de algunos de los problemas del museo. El año 2013 será significativo en su biografía, y no sólo en el terreno laboral. En junio se convertirá en padre de su primer hijo.

-¿Qué museo recibe?

-Es una institución con una colección muy sólida, que ahora más que nunca debe conectarse, si cabe aún más, con la sociedad de la que surgió y a la que sirve, una sociedad del siglo XXI que demanda un museo que esté a su altura. Un museo que esté por encima de cualquier coyuntura y que siga siendo respetuoso con la conservación, investigación y difusión, y que debe alcanzar una proyección nacional e internacional a lo largo de los próximos años.

-¿La apertura de la ampliación es su primer objetivo?

-La ampliación e inauguración de la fase uno es un objetivo fundamental porque va a permitir al museo mostrar las obras, mejorar la calidad de la visita y otros aspectos, como pueden ser los depósitos y almacenes, y realizar todos esos programas y actividades necesarios para alcanzar esa proyección. Intentaré que sea una institución no anquilosada, móvil, dinámica, que gracias a su ampliación sepa mostrar mejor la calidad de sus colecciones y, en definitiva, un museo más inteligente y mejor.

-¿Qué impulsará?

-Trataré de desarrollar las tres estructuras que componen un museo: el conocimiento y, por tanto, la investigación, en la que la labor del departamento de conservación en el estudio de la colección va a ser fundamental; también hay que reforzar la educación, educar a un público que hay que entender de una manera heterogénea, diversa, reforzando los programas que ya hay y desarrollando un programa pedagógico y, finalmente, la creación. Es fundamental conectarse con los artistas vivos, los asturianos y los no asturianos, que es necesario que sientan el museo como algo suyo.

-¿Qué le parece el proyecto de ampliación?

-Formé parte de la comisión asesora que informó sobre el proyecto inicial. Tengo noticias indirectas de que muchas de las sugerencias que se hicieron se han tenido en cuenta. Me gustaría visitar a pie de obra la ampliación, no conozco las tripas. Es de las primeras cosas que haré con el arquitecto y los técnicos y entonces valoraré cómo se está llevando a cabo.

-¿Qué se expondrá en el nuevo edificio?

-Toda la colección de finales del XIX y de los siglos XX y XXI. Me parece lo más lógico que estas obras estén en la parte más moderna del museo. Y para eso habrá que hacer y desarrollar un plan museográfico.

-Su formación artística está estrechamente vinculada al Bellas Artes. Ahora pasa a dirigirlo, ¿qué siente?

-Tengo dos casas en las que me he formado intelectualmente, la Universidad de Oviedo y el Museo, donde realicé buena parte de mi tesis. Es una una vuelta a casa. Una casa que conozco bien, con la que llevo trabajando y en contacto mucho tiempo y cuyas colecciones conozco y en cierto modo he contribuido a aumentar.

-¿Qué exposiciones le rondan en la cabeza que tengan como base la colección del museo?

-Este año se cumple el centenario de la muerte de Darío de Regoyos y el décimo de la de Aurelio Suárez, todavía estamos a tiempo de hacer algo de estos artistas asturianos. El próximo año se celebra el 400 aniversario de la muerte de El Greco y el museo tiene un Apostolado, y sería importante poder hacer algo en torno a esa figura. Las exposiciones las vamos a pensar a partir de la colección y no sólo porque estemos en crisis sino porque tiene nombres importantísimos: Zurbarán, Ribera, Murillo, Goya, Picasso, artistas de primerísima fila y, si nos fijamos en los asturianos, están Carreño Miranda, Meléndez, Regoyos, Luis Fernández. Una colección de tan primerísima línea lo primero que me despierta es un sentimiento de ilusión.

-Sustituye en la dirección a José Antonio Fernández Castañón y a Emilio Marcos Vallaure, ¿cómo valora su trabajo?

-La sociedad asturiana debe considerar un auténtico privilegio que en estos 33 años se haya podido crear y consolidar una institución de primerísimo nivel en el ámbito de los museos de Bellas Artes. Nuestro museo es extraordinario, a la altura de los mejores provinciales que hay en España. Han hecho un gran trabajo, sobre todo si se compara con otros museos como el Bellas Artes de Bilbao con mucha más trayectoria. Un gran trabajo que ahora es necesario consolidar y relanzar.